La Oficialía Mayor y la Dirección de Recursos Humanos del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de México quedaron en manos de Sergio Fontes Granados y José Ulises Cedillo Rangel, acusados de corrupción, extorsión y abuso de autoridad cuando fungían como directores de Jurídico y Gobierno y de Medio Ambiente, respectivamente, en la delegación Xochimilco.

El Tribunal Electoral de la Ciudad de México ordenó la destitución del primero en 2014 y un año después se dio a conocer la separación del cargo de Cedillo, parte de un paquete de 59 resoluciones que implicaron una responsabilidad administrativa y una sanción o castigo a los funcionarios involucrados.

Por su gravedad destacó el caso de Cedillo, a quien se le impuso inhabilitación por dos años y multa de un millón 90 mil 94 pesos, y, pese a no contar con el perfil requerido, pues es ingeniero químico, fue nombrado director ejecutivo de Recursos Humanos del TSJ, que cuenta con alrededor de 11 mil trabajadores en sus diversas instalaciones.

El precandidato a la jefatura delegacional de Xochimilco en 2015 fue acusado seis años antes por comerciantes ambulantes de extorsión y provocar la muerte de un compañero, al estar al servicio de una lideresa de vendedores informales.

Su llegada al tribunal no fue bien recibida, por el cúmulo de denuncias de corrupción en su contra y la falta de perfil para ocupar una de las carteras más importantes, pues “existe el riesgo de que sea su cochinito”, comentaron entrevistados, quienes pidieron el anonimato.

Negro pasado

Los consultados lamentaron también que en la Oficialía Mayor se nombrara a una persona con un pasado negro, como Fontes Granados, cuando esta gestión dice estar casada con la honestidad.

Como director de Jurídico y Gobierno en Xochimilco fue acusado de extorsionar a tianguistas, apoyar fiestas ilegales y hasta de encabezar una organización criminal, pero, según dice, señalaron los entrevistados, tiene el apoyo de la Presidencia de la República y de funcionarios del gobierno capitalino.