Entre reproches fraternos a los radicales de izquierda y consejos a los conservadores desesperados de la derecha, el presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó las posturas frente a la consulta sobre la termoeléctrica de Huexca, por sus conductas antidemocráticas y la creación de grupos de contrapesos tan ficticios que nada más hacen el ridículo; mejor que creen nuevos cuadros, planteó.

Conferencia de prensa matutina en la que cuestionó las distorsiones del pasado gobierno, que entregó 30 mil millones de pesos a organizaciones de la sociedad civil, una figura creada que, satanizando al gobierno, pedían que les dieran los recursos, creando una administración paralela. Consecuencia: el financiamiento de aparatos burocráticos que redujo el dinero efectivo que se le daba a la gente.

Explicó que esto operaba como “una especie, con todo respeto, de las bolsas de moches que existían, y decían ‘no, si las acciones se llevan a cabo por conducto del gobierno no son eficaces y además se roban todo; luego entonces, mejor denos a nosotros el dinero.’”

Hizo una salvedad con las partidas destinadas a refugios de mujeres maltratadas: Nada que signifique justicia va a ser hecho a un lado. Que quede claro. Refugio de mujeres discriminadas, en riesgo, todo eso se mantiene. Eso y más.

Ante los señalamientos de que la mayor oposición a la termoeléctrica fue en los municipios por donde pasa el gasoducto, López Obrador sostuvo que había inconformidad en muchos sectores, incluso en la hacienda pública, que destinó 25 mil millones de pesos a la construcción. Ratificó que para disipar suspicacias sobre posibles consecuencias de la operación de la termoeléctrica acudirán a opiniones técnicas de organismos internacionales.

Más allá de las precisiones, expresó su “reproche fraterno a las organizaciones que se presentan como de izquierda o radicales. Para mí eso es conservadurismo. Eso es mantener el statu quo, conservar las cosas igual. Una realidad se conoce para transformarla”.

Agregó: Que hayan intentado frenar la consulta con actitudes antidemocráticas, de provocación, quemar urnas, y que se haya actuado con tolerancia, se haya permitido la libre expresión. Nosotros no vamos a reprimir al pueblo, no somos iguales (a los anteriores). Se van a quedar con las ganas. ¿Qué quieren los extremos?, la extrema derecha y la extrema izquierda. Quieren vernos convertidos en lo mismo.

Señaló a movimientos importantes en su tiempo de acusarlo de fascista y nunca retractarse. Entonces, no votar fue siempre, ¿no? y portarse bien con los gobiernos de derecha. Y ahora llegamos nosotros y, como dice la canción de Calle 13 Todos a portarnos mal.

También descalificó a los conservadores de derecha. A propósito del grupo que se estaría creando para formar un contrapeso a su gobierno, respondió: “Entiendo que están desesperados porque no se repone el conservadurismo. Sólo que no están haciendo bien las cosas. Yo les voy a dar un consejo respetuoso: podrían formar una escuela de cuadros para crear a la nueva clase política conservadora. Tienen ausencia de cuadros políticos (…) Nada más que no hagan el ridículo, hagan bien las cosas.

Hay muy buenos intelectuales de derecha, conservadores, incluso con apariencia de liberales. Yo lo veo bien eso, que se reagrupen. ¿Qué sucede? Que están atravesando una crisis y se están precipitando pensando que de la noche a la mañana pueden crear un grupo. Ya se reunieron y van a hacer contrapeso, pero eso es muy ficticio. Es como para decirles ternuritas, dijo.