Martes 5 de marzo de 2019, p. 3
Madrid. La telaraña, conocida como uno de los materiales más resistentes, parece tener otra propiedad inusual que podría emplearse en robótica.
Según un nuevo estudio, las fibras elásticas responden con fuerza a los cambios en la humedad: de repente se contraen y giran, ejerciendo suficiente fuerza para ser competitivas con otros materiales que se exploran como activadores, dispositivos que se mueven para realizar alguna actividad, como controlar una válvula.
Los hallazgos se publicaron en la revista Science Advances, en un artículo escrito por un equipo de científicos encabezado por el profesor Markus Buehler, director del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Los investigadores descubrieron una propiedad de la telaraña llamada supercontracción, en la cual las fibras delgadas pueden achicarse de repente en respuesta a los cambios de humedad. El hallazgo es que los hilos no sólo se contraen, sino que se enroscan al mismo tiempo, lo que proporciona gran fuerza de torsión. Es un fenómeno nuevo
, dice Buehler en un comunicado.
Encontramos esto por accidente. Mis colegas y yo queríamos estudiar la influencia de la humedad en la telaraña actuando como arrastre
, señala Dabiao Liu, profesor asociado en la Universidad de Ciencia y Tecnología Huazhong en Wuhan, China, coautor del estudio.
Para conseguirlo, agregaron peso a la tela con el fin de hacer una especie de péndulo y lo encerraron en una cámara donde podían controlar la humedad relativa. Cuando ésta aumentó, el péndulo comenzó a rotar. Estaba fuera de nuestras expectativas. Me sorprendió
.
El equipo probó otros materiales, incluso cabello humano, pero no encontró movimientos de torsión; Liu dice que comenzó a pensar que este fenómeno podría usarse para músculos artificiales
.
Será muy interesante para la comunidad robótica
, afirma Buehler.
Las aplicaciones potenciales son diversas: desde robots y sensores blandos impulsados por la humedad, hasta textiles inteligentes y generadores de energía verde
, plantea Liu. Además de los posibles músculos artificiales, el hallazgo también podría conducir a sensores precisos de humedad.
La telaraña es conocida por su excepcional relación fuerza-peso, su flexibilidad y su tenacidad o resistencia. Varios equipos de todo el mundo trabajan para copiar estas propiedades en una versión sintética de la fibra basada en proteínas.
Aunque se desconoce el propósito de esta fuerza de torsión, los investigadores creen que la supercontracción que responde a la humedad puede ser una forma de garantizar una telaraña tensa para soportar, por ejemplo, el rocío de la mañana, o tal vez para protegerla de daños y caídas, y para maximizar su capacidad ante la vibración que avisa a la araña que hay una presa.