La distribución de medicamentos
s prioridad de Andrés Manuel López Obrador el abasto oportuno de medicamentos. El Presidente ha manifestado que el derecho y acceso de todos los mexicanos a servicios de salud públicos es incuestionable. El gran problema es que no está claro cuál es la visión del nuevo secretario de Salud para mejorar ese proceso.
Una de idea que se ha manejado es que la distribución la desarrolle directamente el gobierno. Sin embargo, esto no es posible debido a que no existe una empresa estatal que pueda ofrecer en forma monopólica ese servicio, que tiene que atender más de 5 mil destinos en la República, incluyendo a poblaciones alejadas de las urbes.
La falta de infraestructura, logística, tecnología y transporte suficientes y adecuados no permite que la distribución se lleve a cabo por el gobierno. Se ha mencionado que la empresa Birmex, de capital público, podría efectuar ese trabajo, pero su función es producir vacunas y procesar venenos. Además, no cuenta con experiencia ni logística idónea para distribución. Actualmente reparte menos de 2 por ciento de medicamentos y, en caso de convertirse en monopolio para realizar ese proceso, generaría un cuello de botella con un desabasto crítico a escala nacional.
Actualmente, la distribución de medicamentos para llegar a las comunidades más pequeñas se lleva a cabo con el apoyo de la infraestructura y la logística creadas por distribuidoras que compiten entre sí y cuentan con un sistema eficiente que cumple con las normas nacionales e internacionales, auditadas constantemente y que mantienen la calidad de los productos desde la recepción y almacenamiento en redes frías hasta su entrega.
Hay que señalar que los precios de los medicamentos para el gobierno son calculados previo a las licitaciones públicas y con un tope fijado por la Comisión Negociadora de Precios, lo que genera gran competencia. Los ganadores de las subastas ajustan sus precios a la baja en relación con los datos de la comisión mencionada, lo cual genera grandes ahorros a las instituciones de salud.
El gobierno no ha tenido problema alguno en el abasto a escala nacional de medicamentos, por lo que es insensato tratar de monopolizar este servicio en un ente público.