La baja asistencia a los estadios no sólo ha afectado a la Liga Mx, sino que es un fenómeno global que se ha presentado en años recientes, aseguró Francisco San José, catedrático de mercadotecnia deportiva de la Escuela de Ciencias del Deporte de la Universidad Anáhuac.

El problema es internacional con tintes locales. En México, el producto ha dejado de ser atractivo, las personas prefieren otras ofertas de entretenimiento, como ver los partidos desde casa, sin gastar en entradas y consumo dentro de los estadios, así como ver Netflix o los videojuegos, sostuvo.

Hay que considerar el caso particular de los equipos, cómo van en el torneo. Por ejemplo, si hablamos en específico de Cruz Azul, sabemos que también hay una desilusión en la afición por la final de la temporada pasada. Al analizar datos oficiales de la Liga Mx, apuntó que se han perdido un promedio de 2 mil 500 aficionados por partido en los pasados cinco torneos, mientras que en porcentaje de aforo las cifras han caído 16 por ciento. Son datos espantosos para cualquier marca, señaló. En el Torneo Apertura 2016 se registró un promedio de 25 mil 912 asistentes por partido, en el Apertura 2017 hubo 23 mil 525, y en 2018 la cifra bajó a 22 mil 896. En el Clausura 2017 el promedio fue de 27 mil 774 y en 2018 disminuyó a 25 mil 367 personas.

En cuanto al porcentaje de asistencia en los estadios, en el Apertura 2017 se alcanzó 63 por ciento y en 2018 cayó a 56 por ciento. En el torneo Clausura 2017 la ocupación de los recintos llegó a 72 por ciento y en 2018 disminuyó a 65.70 por ciento. Explicó que la comparación de cifras debe ser con la temporada correspondiente del año anterior y no de manera continua para evitar resultados erróneos en los análisis. De manera histórica, en los torneos apertura, suele haber una baja en las asistencias, al tiempo que aumenta en los torneos clausura, porque hay más en juego, como el descenso.

Al ser el futbol parte de la industria del entretenimiento, San José apuntó que ahora debe competir con más productos por el dinero de los aficionados. Las plataformas streaming como Netflix y los videojuegos comienzan a ganar terreno ante los partidos de futbol porque son más económicos al no tener que salir de casa.

Ir a un partido de futbol no sólo es comprar del boleto, también implica el gasto del traslado y el consumo dentro del estadio, por eso varios prefieren ver el encuentro por televisión, señaló. Las entradas al estadio Azteca llegan a tener un costo de mil 200 pesos en partidos importantes de temporada regular, además el precio de las cervezas es de 100 pesos y de las botanas es de 50.

Directivos del balompié de Inglaterra e Italia también han expresado su preocupación ante la nueva forma de consumo de los productos de entretenimiento.

Peter Moore, presidente del club inglés Liverpool, y Aurelio de Laurentiis, dirigente del Nápoles, indicaron para medios europeos que enganchar a la afición juvenil será cada vez más complicado. “Mantener por 90 minutos la atención de los millennials es mucho tiempo, como directivo de un club ese dato me preocupa. Si no trabajamos con la tecnología, perderemos a ese público”, dijo Moore, de acuerdo con el portal británico SportsPro.