La delincuencia las asesina por pertenencia al enemigo
, denuncia María Salguero
Martes 12 de marzo de 2019, p. 10
Las historias de secuestro, trata de mujeres y de niñas, así como los feminicidios, son incontables, y también los motivos; así se expuso ayer en un foro en que se abordó esta problemática como un asunto de emergencia nacional.
María Salguero, quien ha integrado el Mapa de los feminicidios en México, explicó que la delincuencia organizada también asesina mujeres por pertenencia al enemigo
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Citó que en Guanajuato los cárteles han asesinado a suegras y madres de los policías municipales; también hay casos de crímenes por derecho de piso
contra vendedoras en mercados o que atendían sus puestos en la calle.
Salguero refirió que después de que el presidente López Obrador informó, en una de sus conferencias matutinas, que había un ducto clandestino en la refinería de Salamanca, el cártel de Santa Rosa de Lima emprendió una búsqueda violenta de la tubería y en ello asesinó personas, incluidas mujeres.
Agregó que en Santa Rosa de Lima se incrementaron los feminicidios y el pico más alto en la guerra de exterminio
se dio con el asesinato de mujeres vinculadas al crimen organizado, que fueron dejadas al lado de sus familiares o amigos.
Uno de los casos que más impresión causó en el foro convocado por la Cámara de Diputados lo relató Teresa Ulloa Ziáurriz, directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas para América Latina y el Caribe, por el uso que el crimen organizado da a menores.
Refirió que en Veracruz las niñas son inscritas en colegios con la intención de hacerse amigas de compañeras de familias con altos ingresos, para ganar su confianza y que las inviten a sus domicilios, conocer su forma de vida y evaluar sus pertenencias. Con esa información es posible cometer delitos como robo o secuestro. Se les conoce, dijo, como niñas dedo.
Incluso contó que hay niñas de 12 y 15 años que son entrenadas en ranchos como halconas, para convertirlas en sicarias, mulas y correas, o esclavas sexuales y damas de compañía de jefes de plaza.
Entre algunos de los padres que asistieron al foro a presentar los casos de sus hijas asesinadas, José Manuel Espinosa, padre de Camila, que tenía nueve años, expuso que el autor del asesinato ya había sido detenido por violaciones, incluso de una mujer de 70 años.
Exigió a los diputados: Dejemos de ser omisos ante la podredumbre humana. Con eso lograremos exigir a las autoridades, a ustedes, mayor atención para prevenir que sigamos encontrando niñas muertas, desechadas como basura. Nuestras niñas ya no van a volver a la vida, pero estoy dispuesto, con mi voz y mi búsqueda de justicia, a no permitir que ninguna otra sea lastimada
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