Viernes 15 de marzo de 2019, p. 12
El nuevo director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Prodh), Santiago Aguirre Espinosa, aseguró que el parámetro para medir el compromiso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador forzosamente pasará por la posición que asuma ante violaciones a garantías durante su sexenio y por el encauzamiento que se brinde a procesos pendientes de verdad y justicia.
La Compañía de Jesús designó ayer a Aguirre Espinosa para el cargo en sustitución de Mario Patrón Sánchez, quien en su gestión de cinco años fortaleció la labor de la organización civil, sobre todo en el ámbito internacional, y acompañó casos emblemáticos.
En entrevista con La Jornada, advierte que frente a la nueva coyuntura política, con la llegada de López Obrador a la Presidencia algunos retos serán transformar la forma en que los gobiernos se han relacionado con la sociedad y cómo responder ante violaciones a derechos humanos.
En caso de estar ante el mandatario federal, el nuevo director del Prodh le daría un mensaje: “La impunidad no va a cambiar por decreto o voluntad presidencial. Debemos ir construyendo historias concretas en las que prevalezca la justicia, reformas profundas a la procuración de justicia y renovación de los cuadros a cargo de ese sistema, para lo que se requiere un esfuerzo sostenido en los seis años.
Más que declaraciones, lo que hay que esperar es ver cómo reacciona este gobierno con el primer caso de tortura o desaparición forzada que involucre a la Guardia Nacional. No hay que ser ingenuos: ocurrirá porque las inercias no se pueden resolver de un día para otro. Frente a ello, ¿la nueva administración estigmatizará a las víctimas diciendo que eran parte del crimen organizado? ¿Cuestionará a las organizaciones que las acompañen? ¿Se impedirá que el Ejército rinda cuentas?
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La resolución a que lleguen casos como Ayotzinapa, Tlatlaya, Pegasus, la guardería ABC o Pasta de Conchos o cómo se cumpla la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la tortura sexual a mujeres en Atenco también revelarán el nivel de compromiso del actual gobierno con la verdad y la justicia, subrayó.
Aguirre (quien fue subdirector en la gestión de Patrón) considera que la decisión de los jesuitas de designar a un laico (es el segundo después de su antecesor) representa un voto por la continuidad de una administración exitosa que ha consolidado al Centro Prodh como referente nacional e internacional y lo caracteriza por su cercanía con las víctimas.