Desde hace un mes, decenas de personas desplazadas forzosamente de comunidades indígenas de Guerrero mantienen un plantón frente a Palacio Nacional para exigir al gobierno de Andrés Manuel López Obrador solución al problema que enfrentan desde noviembre del año pasado.

Informaron que pese a los acercamientos, hasta ahora la administración federal no ha dado una respuesta positiva a sus demandas. No vemos mucha voluntad por parte del gobierno para resolverlo. La gente está luchando por derechos, no por favores, aseguró en entrevista Manuel Olivares, director del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, organización que acompaña a los desplazados.

Desde principios de noviembre de 2018, unos mil 200 indígenas de la comunidad de Tlaltempanapa, en el municipio de Zitlala, y de ocho comunidades del municipio de Leonardo Bravo, de Guerrero, se vieron obligados a dejar sus hogares debido a la presencia y agresiones de grupos delincuenciales que se ostentan como policías comunitarias. Al ver que la administración estatal no resolvía sus demandas, el 17 de febrero pasado 71 familias se instalaron frente a Palacio Nacional.

Ya se presentó a funcionarios federales un plan de atención que contempla que se generen condiciones dignas de vivienda y alimentación para que puedan asentarse temporalmente en otros sitios ante el riesgo de regresar a sus comunidades. Para ello, demandaron que mensualmente se le den a familia 5 mil pesos para la renta de departamentos y 5 mil más para alimentación.