Opinión
Ver día anteriorViernes 22 de marzo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Llegó el calor de Federico
F

ederico desde esa cama calienta donde brilla la sexualidad ‘‘a veces ruiseñor y a veces rama”, las calienta con un rayo de luz musical y ‘‘dibujo voluptuoso lleno de lágrimas” que abre, marca trazos y pinta la fuerza del espíritu, el ansioso engendrar de nuevos deseos idealizados sobre el lecho de amor de los rumores de los cuerpos.

Deseos y ansias de ternura que fueron puertos en los que adivinaba la tristeza infinita del hombre que era la suya.

La poesía de Federico recrea una tarde de verano a la hora del crepúsculo, y los amantes gimiendo entre seguiriyas, cañas, soleares y martinetes de cava vieja y una que otra saeta antigua. Esencia del alma, cante jondo y sortilegio de noche granadina prolongada hasta la madrugada.

Vibración de una guitarra que no consiste en dejar que la pasión se derrame, sino en hacer brotar también la pena, el llanto, el grito, el ay ay ay de esa fuerza terrible que es la incompletud.

‘‘Entre mariposas negras
va una muchacha morena,
junto a una blanca serpiente
de niebla.
Tierra de luz,
cielo de tierra.
Va encadenada al temblor
de un ritmo que nunca llega;
tiene el corazón de plata
y un puñal en la diestra.
¿Adónde vas, seguiriya,
con un ritmo sin cabeza?
¿Qué luna recogerá
Tu dolor de cal y adelfa?
Tierra de luz,
Cielo de tierra.”

Mi maestro Santiago Ramírez en su libro Esterilidad y fruto analiza que la fuerza creadora de Federico que no se realiza en el encuentro personal, tiene que fructificar en la forma: exuberante, fértil y plena.

Allí todos los verbos se enlazan en el canto, sin pudor una nota llama a otra nota y se germina.

Los personajes fríos se tornan cálidos. El no encuentro se hace fruto y la muerte vida.

La distancia de sus personajes es presencia y cercanía en el poema La tristeza de sus héroes y amantes es alegría en el ritmo de las nanas.

Sus figuras son secas y siniestras (como lo atestigua su fusilamiento cuando parecía encontrar el amor) pero su ritmo es esperanza, juego y canto.