El violonchelista eligió la Ciudad de México como escala de la gira mundial del Proyecto Bach
Jueves 28 de marzo de 2019, p. 6
El violonchelista Yo-Yo Ma (París, 1955) trasladó la noche del martes a 19 mil espectadores reunidos en la explanada del Monumento a la Revolución a un mundo en el que predomina ‘‘la conciencia social en lugar de la indiferencia”, según dijo el músico.
El recital a entrada libre, dedicado por Ma a los desaparecidos y las víctimas de la violencia y con única función en la Ciudad de México, se inscribe en el Proyecto Bach, consistente en una gira mundial para interpretar las Seis suites para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach.
A las 19:25 horas se iluminó el escenario en la Plaza de la República, colonia Tabacalera; los asistentes encendieron sus teléfonos celulares formando una especie de mar de luces multicolores. Poco después, la actriz Gabriela de la Garza dijo:
‘‘México se convierte hoy en parte de la historia de El proyecto Bach: 36 conciertos alrededor del mundo que son motivados no sólo por la relación de Yo-Yo Ma con la música, sino, dicho en sus propias palabras, por la habilidad de Bach para hablarle a nuestra humanidad en un momento en que nuestra conversación está tan a menudo centrada en la división.’’
A las 19:30 horas el músico franco-estadunidense apareció vestido con saco negro, camisa azul, pantalón y zapatos negros; tomó su instrumento y tocó los primeros acordes de la Suite 1 en sol mayor BWV 1007.
Dos pantallas cuadradas, colocadas a un costado del escenario, sirvieron de apoyo para que los miles de asistentes pudieran tomarle fotografías e incluso posar para las infaltables selfis.
Tras interpretar la Suite 2 en re menor BWV 1008 y la 3 en do mayor BWV 1009, Yo-Yo Ma se levantó y colocó la mano derecha en el pecho, al lado del corazón, lo que provocó una lluvia de aplausos. Sin embargo, las primeras palabras del músico considerado uno de los mejores instrumentistas del mundo vendrían después de la Suite 4 en mi bemol mayor BWV 1010:
‘‘Ahora dedico la siguiente canción a los familiares de los desaparecidos y a las víctimas de violencia”. Ese comentario ocasionó que, de ambos lados de la explanada, los asistentes contaran del uno al 43 aludiendo a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa y gritaran consignas como ‘‘Vivas se las llevaron, vivas las queremos”.
Algunos espectadores se quejaron de que el sonido falló y el ruido de los lugares aledaños agudizó las molestias. ‘‘Se escuchan más las canciones de los bares que el concierto”.
La Suite 6 en re mayor fue la última del repertorio que tocó Yo-Yo Ma, quien citó: ‘‘Gracias a todos por venir”. Aunque vendría Lila Downs, acompañada de dos músicos, y junto a Ma interpretó La Llorona.
‘‘Yo-Yo Ma tuvo la gentileza de considerar a la capital mexicana como lugar idóneo para realizar su recital, el cual no se pudo efectuar en el Zócalo porque ya teníamos programadas varias actividades, así que le propusimos el Monumento a la Revolución”, explicó a La Jornada José Alfonso Suárez del Real, titular de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
‘‘A él –prosiguió– el lugar le pareció espléndido. Visitó esta mañana a los niños del barrio de Santa María la Redonda como parte de su iniciativa que se sustenta en un compromiso social con comunidades en torno al impacto que tiene la música de Bach y que es ignorado.’’