El viernes dimitió a su cargo el presidente de la AIBA (Federación Internacional de Boxeo), el uzbeko Gafur Rakmahimov, investigado por narcotráfico por el Departamento del Tesoro estadunidense. Este lunes, el diario francés Le Monde reveló que el ex director ejecutivo de la misma organización deportiva, Karim Bouzidi, es sospechoso de manipular resultados, en complicidad de varios jueces, durante las competencias de boxeo en los Juegos Olímpicos de Río 2016 para beneficio de ciertos países y actualmente en investigación.

Estas medidas despejan el camino para llegar a un entendimiento con el Comité Olímpico Internacinal (COI) y permitir que el boxeo se mantenga en el programa olímpico rumbo a Tokio 2020, considera el presidente de la Federación Mexicana de Boxeo, Ricardo Contreras.

El COI estableció varias condiciones y abrió una investigación sobre lo que ocurría en la dirección de la AIBA. La más acuciante, la de su presidente, señalado por el Departamento del Tesoro en Estados Unidos de ser un criminal involucrado en el tráfico de heroína en su país.

Fue una decisión atinada del señor Rakhimov, considera Contreras, porque se hace a un lado para atender su asunto personal y esto alivia la tensión con el COI. Yo espero que ya no haya ese impedimento, que era la razón principal para decidir en junio si el boxeo continuaba o no en el programa olímpico.

Al asunto del presidente de AIBA, se sumó el escándalo por presunta manipulación de resultados en las competencias de boxeo en Río 2016, tras las cuales fue separado del cargo el director ejecutivo Bouzidi, y en octubre de aquel año, fueron suspendidos 36 jueces que están bajo investigación del COI por su presunta complicidad.

El diario Le Monde publicó este lunes una serie de correos en los que aparece el francés Bouzidi en el centro de la trama de corrupción durante las competencias olímpicas en 2016. Según esa información, el ex director ejecutivo de AIBA influyó en elección de árbitros y en la decisión que asumieron jueces de prestigio para beneficiar a algunas federaciones.

Todo esto se conjuntó, dice Contreras; el problema de la buena gobernanza, la transparencia en las acciones y el trabajo de los jueces, las finanzas, más lo que se le imputaba al presidente Rakhimov, todo eso obligó a que se organizara una comisión en el COI para investigar y lanzó una advertencia a la AIBA sobre estas situaciones.

La crisis en la AIBA derivó en la advertencia del COI de que el boxeo podía quedar fuera del programa olímpico para Tokio 2020, cuya suerte se definirá en junio de 2019 en la reunión de la Comisión Ejecutiva.

Si se han resuelto como el COI ha condicionado, seguramente que el boxeo continuará en el programa olímpico, es una disciplina que estuvo en el nacimiento de los Juegos y se practica en más de 200 países, concluyó Contreras.