La Valeta. Cinco inmigrantes fueron detenidos este jueves a la llegada a Malta del Elhiblu 1, petrolero secuestrado por los náufragos a los que había rescatado, lo que provocó la intervención de un comando de la marina maltesa que retomó el control del barco.

La embarcación, de 52 metros de eslora con bandera de la República de Palau, en Oceanía, socorrió a un centenar de migrantes –77 hombres y 31 mujeres o niños– el martes pasado por la noche y se dirigía hacia Trípoli para desembarcarlos, pero cuando se acercaba a la capital libia, dio media vuelta de súbito y tomó rumbo al norte.

Matteo Salvini, ministro del Interior de Italia, afirmó: no se trata de náufragos, sino de piratas, y advirtió que no iba a autorizar la entrada del buque a aguas italianas en caso de que se dirigiera a las costas de Lampedusa o Sicilia.

El buque se enfiló hacia Malta y la marina local contactó al capitán cuando se encontraba a 30 millas de la costa.

Cinco sospechosos de haber perpetrado el secuestro fueron detenidos, esposados y conducidos a un furgón de policía.

Las mujeres y los niños descendieron del barco, seguidos de los hombres. Muchos parecían muy débiles y con dificultades para mantenerse en pie.

El capitán repitió varias veces que no tenía el control de la embarcación y que él y la tripulación se encontraban bajo la amenaza de un grupo de migrantes que exigían que se dirigieran a Malta, explicó la marina.

Un patrullero impidió que el barco ingresara a aguas territoriales maltesas y un comando de fuerzas especiales, apoyado por varios navíos y un helicóptero, subió a bordo para devolver el control del barco al capitán y escoltarlo hasta Malta, según esta fuente.

La ONG alemana Sea-Eye, cuyo navío Alan Kurdi estaba el martes en la zona de socorro frente a Libia, dijo haber escuchado los diálogos entre un avión militar europeo y el capitán antes y después de la operación de socorro.

El capitán rescató a los pasajeros y pidió ayuda. Declaró claramente a la radio que los migrantes estaban conmocionados y no querían ser llevados de vuelta a Libia, explicó Sea-Eye en un comunicado.

Otros migrantes fueron llevados de vuelta a Libia este miércoles, indicaron Salvini y Sea-Eye.

Pero desde que Trípoli ha remplazado a Roma en la coordinación de las operaciones para socorrer a los migrantes, los barcos reciben la orden de devolverlos a Libia, para gran desesperación de éstos, que temen volver a sufrir violencia y agresiones en el país norafricano.

Muchas veces, en los últimos meses, los migrantes que fueron llevados de vuelta a Libia se negaron a bajar del barco y las autoridades libias tuvieron que emplear la fuerza.

La semana pasada el subsecretario general de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Andrew Gilmour, aludió a torturas y violaciones padecidas por varios indocumentados en Libia, y pidió a la Unión Europea que revise su política de apoyo a los guardacostas libios.