Fue una semana intensa para Pancho Céspedes. Primero la apoteósica presentación en Xoxocatlán, Oaxaca, ante 15 mil asistentes; luego el concierto en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, campus Tezonco, donde cautivó a todo el estudiantado que aún comenta su presentación y la califica de inspiradora, y para cerrar, el nombramiento de doctor honoris causa en Bellas Artes, por las universidades de Xalapa y Morelos.

Con toga, birrete y una enorme sonrisa (a pesar de la fiebre que lo obligaba a reposar), Céspedes nos recibe en la biblioteca del hotel en que se hospeda horas después del emocionante homenaje. Todo esto ha sido muy emotivo para mí, nos dice de entrada.

“Vivir lo que estoy viviendo tan solo por el hecho de haber compuesto un puñado de canciones que (pienso) animan el espíritu de quienes la escuchan, me sorprende. Vivir la experiencia en el pueblo indígena de Xoxocatlán, estar con los estudiantes de la UACM, conocer de cerca su realidad económica-académica y luego recibir la distinción doctor honoris causa, son situaciones inéditas que me mantienen en vilo por la emoción.

En Xoxo, el Martes de brujas, la gente se desbordó para escucharlo en la plaza central y disfrutar una velada en la que el cantautor se mostró dúctil y empático narrando aspectos de su vida personal, dando su punto de vista acerca del nuevo gobierno, con el que simpatiza; mostrando su lado antimonárquico y en pro de nuestras etnias y sus tradiciones que revelan el alma y el verdadero valor cultural del país y, por supuesto, entonando sus canciones, que son de la gente no mías.

El jueves por la tarde, Pancho Céspedes acudió al plantel de la UACM en San Lorenzo Tezonco, Iztapalapa, para cerrar el Festival Semillas del Libro y la Lectura. El ambiente era festivo, y la muchachada, así como personal del plantel educativo se veían felices por tenerlo ahí. Desde su arribo mostraron júbilo y tras acompañarlo en un recorrido por la unidad, durante el que le mostraron las instalaciones educativas, deportivas y recreacionales, Pancho cantó y encantó.

“Ha sido la experiencia más grande de mi vida. Visitar esta universidad abierta a todo el que quiera estudiar, sin restricciones y con un excelente programa escolar, es impresionante y aleccionador. No sé porque dicen que AMLO está equivocado. Este es un buen ejemplo de sus programas educativos (…) En el recorrido presencié mucha actividad. Me conmovió el monólogo de una chica que hablaba de la relación con su vagina. Ahí me presentaron a un estudiante de 80 años que realizaba su sueño –nunca tardío– de terminar una carrera… En fin, toda una experiencia que me hizo recordar cuando estudiaba medicina en La Habana, me hizo regresar a la escuela”, comentó entre risillas.

Dos universidades, involucradas

El viernes por la mañana, pese al malestar por la fiebre con que despertó, acudió a la Sala Manuel M. Ponce a recibir la condecoración doctor honoris causa otorgada por las universidades de Morelos y Xalapa, distinción que se confiere, según se dijo, a personalidades del arte, la ciencia y la cultura por el desempeño en estas disciplinas y que en el caso del autor se debió a su obra y el compromiso en la preservación, promoción, difusión y enaltecimiento del patrimonio cultural latinoamericano.

“Estoy muy sorprendido y agradecido a las universidades que me otorgaron esta distinción junto a gente que admiro mucho y que ha sido luz guía en mi camino, como Charles Fox, Frank Fernández, Johnny Ventura, Danny Rivera… Es una gran responsabilidad, y pienso que me la dan por ser como soy, por lo que he hecho a lo largo de mi carrera, por mis campañas sociales en Cuba y porque siempre estoy preocupado por la humanidad, en específico por la juventud”, señaló.

También en esa ceremonia fueron investidos con el mismo doctorado músicos trascendentales como Charles Fox, autor de Killing Me Soflty y ex presidente de la Academia de los Óscares; el merenguero y ex alcalde de Santo Domingo, República Dominicana, Johnny Ventura; Danny Rivera, conocido como La voz de Puerto Rico; Frank Fernández, uno de los más virtuosos músicos de Cuba; Edesio Alejandro, renombrado compositor de música electrónica para filmes y obras teatrales, y Jorge Saade, entre otros.

Los presidentes del Instituto Latinoamericano de la Música Matías Romero Solano y Daniel Martín Subiaut recibieron también la alta condecoración por sus contribuciones al rescate del legado musical latinoamericano desde la reconocida promotora que el 21 de febrero cumplió 98 años de haber sido fundada.

En la misma cita, el Instituto Latinoamericano de la Música entregó los premios Estrella del Siglo a familiares de Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís y José Alfredo Jiménez, entre otras leyendas iberoamericanas.

Después de la ceremonia protocolaria se dio un momento musical con la participación de condecorados como el maestro del merengue dominicano, Johnny Ventura; el cantor puertorriqueño Danny Rivera; el pianista cubano Frank Fernández, y Pancho Céspedes, quien acompañado, al piano por el maestro Charles Fox (todo un privilegio, dijo) interpretó su clásica Vida loca.

A corto plazo, Pancho Céspedes tiene programada la realización de dos discos de boleros con Johnny Ventura y Danny Rivera, respectivamente; una gira con la cantante de jazz Elizabeth Meza, y un Tributo a Benny Moré en el Salón Los Ángeles el próximo 24 de agosto, fecha del centenario del natalicio del bardo de Santa Isabel de las Lajas querida.