Opinión
Ver día anteriorLunes 8 de abril de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Desde el otro lado

Comediante involuntario

C

ada vez es más incierta y caprichosa la política del actual huésped de la Casa Blanca. Más que conducir el destino del país más poderoso del orbe, pareciera empeñado en escenificar una comedia, para gozo de sus allegados y de él mismo. Las pifias prevalecen sobre la necesidad de dar solución al cúmulo de problemas de la socie-dad estadounidense y los que se derivan de su relación con otras naciones. Entre ellas con México, uno de sus tres principales socios.

De no ser por la gravedad que sus declaraciones encierran sobre migración y el comercio entre ambas naciones, pudieran considerarse como parte de una trama chusca y burda. No se pueden entender de otra manera sus cambios de humor y parecer sobre las relaciones con México y Centroamérica. Con absoluta carencia de lo que debiera ser la construcción de una política migratoria más estable con sus vecinos del sur, Trump se empeña en construirla mediante ocurrencias y desprecio por las normas más elementales de convivencia. Suspender la ayuda económica a los países centroamericanos y amenazar con cerrar la frontera con México es muestra de ello. No quiere entender ni aceptar que México y Estados Unidos comparten una frontera de más de dos mil kilómetros e intercambian mil 500 millones de dólares diarios en bienes y servicios. Tampoco entiende que suspender la ayuda a Centroamérica aumentará el crimen y la pobreza en la región y redundará en mayor migración de sus ciudadanos a otros países, incluido el suyo.

Una muestra de su incapacidad para entender la magnitud del problema fue amenazar con el cierre inmediato de la frontera, y a las pocas horas recular y otorgar un año de gracia al gobierno mexicano para que se ciña a sus instrucciones para controlar los flujos migratorios. Si no lo hace, dijo, en serio cerrará la frontera. Al margen de lo disparatado de sus declaraciones, en el fondo el cambio de parecer fue por la presión de las corporaciones estadunidenses que, encabezadas por la Cámara de Comercio, ejercieron su veto de facto cuando reclamaron por las pérdidas multimillonarias que la economía estadunidense sufriría por la ocurrencia.

El presidente ya inició su campaña con vistas a su relección en 2020, y no debiera sorprender que uno de sus ejes maestros será usar nuevamente el discurso antinmigrante para satisfacer y garantizar el apoyo de las hordas que votaron por él.