Nueva York. Donald Trump busca impulsar políticas más crueles contra inmigrantes y solicitantes de asilo desde que llegó a la Casa Blanca, incluyendo posiblemente la separación de niños de sus familias.

La renuncia-despido de Kirstjen Nielsen el domingo, después de que en múltiples ocasiones el presidente la calificó de débil en frenar el flujo migratorio en la frontera con México, es parte de un desmantelamiento del liderazgo del aparato de control migratorio para colocar otro dispuesto a imponer medidas más severas deseadas por Trump y sus asesores más antimigrantes, revelaron fuentes de la Casa Blanca a medios estadunidenses.

Entre las medidas que busca promover –según funcionarios– se incluye una nueva versión de la llamada política de tolerancia cero que llevó a la separación de miles de niños de sus familias inmigrantes (aún no se sabe el número preciso, con unos 2 mil 700 casos confirmados). La nueva versión sería diseñada para obligar a familias a una decisión entre si aceptan ser separados de sus niños u optan por estar encarcelados juntos durante un periodo indefinido, reportó primero NBC News el lunes, confirmado por otros medios.

Según las fuentes, Trump está convencido de que esta medida –la cual tuvo que suspender mediante una orden ejecutiva en junio del año pasado después de una ola de condenas nacionales e internacionales– es clave para disuadir la migración.

Trump negó este martes que considere resucitar la separación de familias, pero lamentó que “una vez que no la tienes, por eso está llegando mucha más gente… llegan como si fuera un picnic, porque ‘vamos a Disneylandia’”. Ante reporteros en la Casa Blanca, el presidente falsamente acusó que esa política de separar y después enjaular a niños fue de su antecesor, Barack Obama, y yo fui el que la cambió.

Otras medidas que están bajo consideración del equipo de Trump, en respuesta a su creciente frustración con la situación fronteriza y el fracaso de sus políticas migratorias, incluyen acelerar el proceso de deportación, ampliar el límite de 20 días para mantener detenidos a menores de edad, hacer más difícil el proceso de solicitar asilo, construir ciudades de carpas en la frontera para alojar a inmigrantes detenidos, proceder con el muro, cerrar puntos de entrada y continuar con el uso de tropas, reportaron Político, Axios y otros medios.

Nielsen, quien a pesar de haber actuado con lealtad al implementar y justificar algunas de las políticas más controvertidas y crueles de este gobierno –sobre todo la separación forzada de familias y la colocación de niños en jaulas de detención– aparentemente hartó a su jefe el domingo cuando una vez más argumentó contra algunas de las medidas y cambios de personal sobre los que insistía Trump.

Pero el presidente de Estados Unidos ya había sorprendido a Nielsen tres días antes, junto con varios legisladores de su propio partido, al anunciar de manera repentina que estaba retirando la nominación de Ron Vitiello como jefe de la agencia federal de Inmigración y Aduanas, señalando que deseaba a alguien más duro.

Cesarán a más funcionarios

Circulan algunas versiones de que al menos otros tres altos funcionarios en agencias de asuntos migratorio y seguridad fronteriza en el Departamento de Seguridad Interna están por ser cesados.

Todo indica, siguiendo fuentes oficiales dentro del gobierno de Trump citadas por medios nacionales, que el principal promotor de estos cambios y propuestas más radicales es el asesor presidencial Stephen Miller, arquitecto de algunas de las políticas antimigrantes más controvertidas y condenadas por defensores de derechos humanos de este gobierno. Sin embargo, el asesor y yerno presidencial, Jared Kushner, también ha participado más en reuniones sobre este tema.

Casi todas las medidas antimigrantes más extremas promovidas por Miller junto con el ex procurador general Jeff Sessions y Nielsen, entre otros, durante esta presidencia han sido bloqueadas o diluidas por el Poder Judicial.

Nielsen –quien será recordada por el resto de su vida como la mujer que enjauló a niños migrantes– fue la que negoció con México la implementación del programa conocido como Permanecer en México, donde el gobierno estadunidense retornaba al país vecino a solicitantes de asilo para esperar a que sus casos fueran procesados.

Pero el lunes, un juez federal bloqueó temporalmente ese programa. Trump, furioso, denunció este martes el fallo, declarando por medio de un tuit que era tan injusto para Estados Unidos y acusó que los tribunales están fuera de control.

Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, que ha encabezado algunos de los casos legales más conocidos contra las políticas antimigrantes de Trump, incluyendo la de separación de niños, comentó a la agencia Ap: Este gobierno ha estado mucho más allá de la ley durante algún tiempo, respecto al tema de asilo y superación de familias. No hay lugar al que vayan donde no continúen violando la ley.

El ex canciller británico David Miliband, director del Comité Internacional de Rescate, uno de los grupos de asistencia humanitaria más grandes del mundo, condenó la política fronteriza de Trump, declarando que el gobierno estadunidense está fallando en cumplir con sus responsabilidades más básicas y ha dejado de ser ejemplo de cómo debería comportarse un país civilizado. En entrevista con The Guardian, calificó el debate sobre la emergencia en la frontera como una crisis fabricada por Donald Trump, parte de un desorden por diseño para fines políticos. Su organización acaba de publicar un informe sobre el asunto (https://bit.ly/2ULuKcm).