San Salvador. Los países centroamericanos, algunos golpeados por la violencia criminal, tienen una población de 134 mil 800 reclusos que desborda la capacidad carcelaria regional, debido a un sistema de justicia que privilegia el encierro a medidas alternas, incluso para delitos menores.

Los datos oficiales de los sistemas penitenciarios son reveladores y alarmantes para los analistas, pues la mayoría de las 125 cárceles, con infraestructura obsoleta, no dan abasto y no permiten resocializar a los internos para que puedan incorporarse a la vida productiva.

Encerrar a las personas no resuelve el problema de la crisis social que se vive más allá de los muros de los penales, advierte Héctor Carrillo, coordinador del programa de justicia de la salvadoreña Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho.

Apunta al deterioro en las condiciones de vida de la población regional y a la falta de oportunidades como causas del alto nivel de encarcelamiento.

En 2013, el sistema penitenciario regional sumaba 92 mil 565 presos distribuidos en 114 cárceles, pero en los últimos cinco años el número se incrementó en 42 mil. Pese a la construcción de 11 cárceles nuevas, el hacinamiento persiste.

Para el especialista costarricense Marco Feoli, el hacinamiento condena al esquema penitenciario a ser un sistema fallido, que no sirve más que para castigar a la gente, tenerla engavetada, pero en el largo plazo se sigue gestando la violencia.

Después de constatar la realidad carcelaria como ex ministro de Justicia, la conclusión de Feoli es lapidaria: Ninguna cárcel con los niveles de hacinamiento que tenemos en estos momentos es un medio para resocializar a alguien.

Los países con más encarcelados son los del Triángulo Norte de Centroamérica, integrado por Guatemala con 24 mil 681 reclusos; El Salvador con 40 mil 90, y Honduras con 21 mil 52, que en conjunto suman 63.6 por ciento del total regional de presos.

De ese total, 19 mil 840 (23.1 por ciento) son pandilleros.

Por ser una de las regiones sin guerra más violentas del mundo, el Triángulo Norte registra elevados promedios de encarcelamiento, según la base de datos World Prison Brief.