Lunes 22 de abril de 2019, p. 23
Madrid. La ciudadanía española se prepara para participar en unos comicios que estarán entre los más decisivos de las últimas décadas. El próximo domingo estará en disputa la hegemonía de dos bloques, fragmentados y enfrentados entre sí, pero que finalmente tendrán que dialogar para la formación del futuro gobierno.
La izquierda y la derecha se aliaron al llamado voto útil
para superar el empate técnico que pronostican todas las encuestas, pero sobre todo para convencer a 40 por ciento del electorado que aún no decide por cuál partido votará, lo que también augura un resultado incierto y tiene a todos en alerta máxima.
El mapa político cambió drásticamente cinco años atrás, cuando emergieron dos nuevas formaciones políticas con aspiraciones de gobernar: los liberales de Ciudadanos, proclives a la derecha y que tienen como seña de identidad la lucha contra los nacionalismos periféricos; y Podemos, la formación izquierdista que emergió con fuerza a raíz de la revolución de los indignados
de mayo de 2014 y que paulatinamente perdió fuerza y credibilidad, aunque su aparición dio por muerto al anterior modelo bipartidista que se repartió el poder desde la instauración de la democracia.
Las elecciones del 28 de abril auguran un cambio en el modelo español; por ahora la derecha está dividida en tres facciones: el tradicional Partido Popular, que pese a que todos los sondeos le auguran una pérdida masiva de votos, también confirman su hegemonía en el bloque conservador; Ciudadanos, que aspira a duplicar su número de diputados, y la nueva formación de extrema derecha Vox.
En la izquierda aparentemente la fragmentación es más sencilla. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con su candidato y presidente del gobierno, Pedro Sánchez, tiene todas las encuestas a su favor y lo sitúan como el claro vencedor, pero eso no le garantiza alcanzar los apoyos necesarios para formar gobierno, sobre todo porque su principal aliado, Unidas Podemos (UP, la coalición de Podemos con la casi extinta Izquierda Unida), perderá más de la mitad de sus votantes y escaños, de acuerdo con los sondeos.