Pekín. China, uno de los principales importadores de petróleo iraní, protestó este martes contra la decisión de Estados Unidos de sancionar a los países que compran crudo a Irán.

El portavoz del ministerio de Exteriores de China, Geng Shuang, consideró que esta decisión intensificará las turbulencias en Medio Oriente.

China pide a Estados Unidos que respete sus intereses y preocupaciones, declaró Shuang, sin precisar si Pekín suspenderá o no sus importaciones de crudo iraní, asegurando que su país continuará salvaguardando los derechos legítimos de las empresas chinas.

En tanto, Bijan Zanganeh, ministro iraní de Petróleo, afirmó que Washington cometió un grave error al politizar el petróleo y usarlo como arma. El sueño estadunidense de reducir a cero las exportaciones petroleras de Irán nunca se convertirá en realidad, de acuerdo con la Red de Información sobre Energía afiliada al ministerio iraní del Petróleo.

Asimismo, Rusia denunció la política agresiva e imprudente de Estados Unidos hacia Irán. Esta línea no incrementará la autoridad internacional de los estadunidenses, ya que el resto del mundo observa que la política de Washington se vuelve cada vez más agresiva e imprudente, afirmó la cancillería rusa en un comunicado.

Washington anunció el pasado lunes que el presidente estadunidense, Donald Trump, decidió no extender las exenciones concedidas a China, India, Turquía, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Italia y Grecia, países que importan petróleo iraní, las cuales expirarán el 2 de mayo.

El Parlamento iraní aprobó una ley que cataloga a las fuerzas del Comando Central de Estados Unidos en Asia Occidental como grupo terrorista, en respuesta a la reciente decisión de Washington de designar a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán como organización terrorista extranjera.

En este contexto, una flota de satélites fabricados por Estados Unidos ayuda al gobierno chino a controlar a su población y contribuye a las operaciones de sus fuerzas armadas, pese a que una ley prohíbe la venta de satélites a Pekín por razones de seguridad, denunció el diario The Wall Street Journal.