Ginebra, Suiza. La tortura sexual en México no se practica exclusivamente contra las mujeres. Aunque en menor medida, los hombres han sufrido este tipo de tormentos, pero se niegan a reconocerlo. Organizaciones civiles han detectado estos abusos particularmente entre varones indígenas.

Diversas instancias nacionales e internacionales han acreditado que la tortura contra habitantes de los pueblos indígenas es frecuente y tiene una dimensión comunitaria que busca varios fines: generar terror, reprimir las protestas y movilizaciones sociales, dar castigos ejemplares a quienes luchan por sus derechos o señalarlos de delitos que no cometieron.

Esta situación será expuesta durante la evaluación al Estado mexicano que se realizará este jueves y viernes en el contexto del 66 periodo de sesiones del Comité contra la Tortura (CAT, por sus siglas en inglés), cuyos trabajos iniciaron ayer en esta ciudad.

El Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos, Gobixha en Oaxaca (Codigo Dh) ha analizado 120 expedientes de queja ante la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca por denuncias de tortura contra indígenas en 2017 y 2018, en los cuales se ha encontrado que los abusos sexuales contra los hombres son un patrón constante.

Ángel Hernández Rivera, coordinador del área de defensa de Codigo Dh, indicó que del total de expedientes analizados, en 49 se comprobaron actos de tortura y en 35 tratos crueles e inhumanos. Además, en 80 por ciento de los casos se detectaron abusos sexuales de diferente tipo contra los hombres: amenazas de violación, tocamientos de genitales y obligarlos a desnudarse.

La tortura sexual contra los hombres es constante. Sin embargo, por la formación en un sistema machista y patriarcal les da vergüenza aceptarlo y no lo denuncian. Llamó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y a otras instancias a profundizar en esta situación a escala nacional, pues lo acreditado en Oaxaca podría replicarse en el país. Y es que de acuerdo con cifras sobre el tema, al menos 5 por ciento de los hombres detenidos que han denunciado tortura, indicó haber padecido también abusos sexuales.

El Protocolo de Estambul asienta que obligar a una persona a desnudarse es un factor para considerar que existe tortura sexual, explicó en entrevista en esta ciudad José Luis Gutiérrez, director de Asistencia Legal por los Derechos Humanos (AsiLegal).

Otro caso que Codigo Dh presentará ante el CAT, es el de 20 indígenas que fueron detenidos arbitrariamente por policías federales y torturados por agentes de Oaxaca durante la represión en Nochixtlán el 19 de junio de 2016. Estas personas no participaban en las protestas sociales contra la reforma educativa, sino que se encontraban en el panteón cavando el sepulcro para un familiar que acababa de fallecer. Fueron detenidos por horas sometidos a maltratos y torturas.