La agrupación, a cargo de Elisa Carrillo y Cuauhtémoc Nájera, interpreta la versión del británico Anton Dolin
Domingo 28 de abril de 2019, p. 3
Con el ballet romántico Giselle, aunque en versión del coreógrafo británico Anton Dolin, la Compañía Nacional de Danza (CND) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) comenzó el jueves su temporada de primavera en el Palacio de Bellas Artes.
La agrupación, con dirección artística de Elisa Carrillo y Cuauhtémoc Nájera, demuestra en poco más de dos horas por qué Giselle es uno de los ballets que requieren de gran técnica interpretativa.
En la obra, la bailarina Yoali Sousa da vida a Giselle, personaje principal con el mayor desafío técnico y dramático. En la historia vemos la transformación de la protagonista de la dulzura e ingenuidad a la locura y la muerte.
En el primer acto, Giselle se muestra ingenua y sin malicia, con un baile encantador que deslumbra a su amado. Sus movimientos suaves y delicados logran reflejar a una joven enamorada, ilusionada, que al final es víctima del engaño.
Para el segundo acto, la protagonista, toda vestida de blanco y con apariencia espectral, parece que flota en el escenario; es un baile etéreo. Con sus movimientos transmite el significado del amor, a la vez que realiza una exquisita coreografía.
La puesta en escena, con música en vivo a cargo de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, se basa en la leyenda germánica de las willies, espíritus de las jóvenes que mueren vestidas de novia antes de llegar al altar y que se aparecen a medianoche para penar y buscar venganza.
El estreno en México de Giselle, de Anton Dolin, que contó con la asesoría de Mikhail Kaniskin, promotor internacional honorario de la CND, y de la maestra rusa Valentina Savina, marca la nueva etapa de la agrupación bajo la dirección de Carrillo y Nájera, quienes apuestan a la versatilidad de los bailarines.
En Giselle, la compañía conjuga lo técnico de la coreografía con el trabajo escénico de esa pieza romántica de Dolin, cuyo estreno mundial se realizó en 1940 en Nueva York. Esta puesta en escena en dos actos, con música de Adolphe Adam, se presenta hoy a las 17 horas y mañana a las 20 horas.
La temporada de primavera de la CND se complementa con el estreno en México de piezas contemporáneas como Palladio, de Stanislav Fečo, y Por vos muero, de Nacho Duato. También se interpretarán Ebony concerto, de Demis Volpi, y Casta diva, de la bailarina y coreógrafa Yazmín Barragán, que será interpretada por la solista Mónica Barragán, quien se despedirá de la CND en la función de hoy .
El proyecto de trabajo diseñado por Elisa Carrillo y Nájera incluye esta dualidad de piezas tradicionales del ballet, como Giselle, El lago de los cisnes y La bella durmiente, que requieren de gran rigor académico, con obras que exploran nuevos lenguajes.
“Escogimos Giselle, una de las grandes obras del romanticismo, pieza que marcó a importantes bailarines, y, por otro lado, elegimos coreógrafos actuales, como Nacho Duato, uno de los más grandes dentro del lenguaje del ballet contemporáneo”, comentó Nájera.
El programa de obras contemporáneas se presentó este viernes y sábado, y hoy repite a las 13 horas en el Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y Eje Central Lázaro Cárdenas).