La lógica del boxeo anticipa que será una pelea con resultado incierto. Saúl Canelo Álvarez, campeón de peso medio por el CMB y AMB, enfrentará el sábado 4 de mayo en Las Vegas al monarca de la división por la FIB, Daniel Jacobs, un sobreviviente del cáncer que regresó al boxeo para conquistar un cinturón.

José Chepo Reynoso, mánager del pelirrojo, analiza con reservas el escenario que enfrentarán el sábado. El mejor peso medio ante el segundo de la categoría, por regla –supone– será un combate fragoroso y sin claro favorito.

“Jacobs es el rival más peligroso que ha enfrentado Canelo en su carrera”, reconoce Chepo a La Jornada; estamos hablando del segundo mejor de la división; nosotros somos el número uno y cuando los dos mejores se enfrentan el pronóstico es reservado.

Jacobs padeció un tipo de cáncer que atacó sus huesos en 2011. Un año después volvió al cuadrilátero y en 2014 conquistó el campeonato del mundo en peso mediano por la AMB, que perdió después ante Gennady Golovkin. Esa experiencia con la enfermedad ha marcado de manera decisiva al peleador estadunidense, admite Chepo Reynoso.

Haber sobrevivido a la enfermedad le da una motivación especial, concede Chepo; “pero lo que lo hace peligroso no es esa motivación, sino que es un peleador muy complicado, con mayor alcance y peso que Canelo. Porque cada boxeador se motiva por algo en particular, si no es una pérdida, pues es la pobreza de la que salió o lo que sea, pero eso no es con lo que gana las peleas; lo que determina al final es la habilidad, las cualidades y el entrenamiento”.

Chepo confía de forma plena en el talento y la experiencia de Canelo para este combate. El equipo compacto que han integrado junto a su hijo Eddy y el peleador funciona como grupo de trabajo y familia. Quizás por eso, reconoce, nunca han temido que el pelirrojo pudiera marcharse con otro equipo, como lo hizo Golovkin al terminar su relación con Abel Sánchez.

Equipo y familia

“Lo nuestro es diferente, porque Canelo es como un hijo, somos un equipo y una familia”, dice Chepo; “conocimos a Canelo desde que era un chamaquito, creció con nosotros, juntos hemos construido el lugar que hoy ocupa. En estos tiempos y en este negocio la lealtad es cada vez más escasa, pero con nosotros es nuestro principal valor”.

Mientras tanto, la afición empieza a llegar a Las Vegas, se oyen mariachis y ovaciones para Canelo en su hotel y en los sitios donde atiende a la prensa. Chepo dice que esas expresiones espontáneas y genuinas reflejan el trabajo que ha hecho el tapatío, pese a las críticas que recibe, es querido por los mexicanos.

Venir a Las Vegas cuesta, el hotel, el vuelo, los alimentos, la entrada, pero lo hacen porque apoyan al mexicano y eso demuestra que hay gente que está dispuesta a seguir a su ídolo, plantea.

Canelo también sabe que recibe denuestos, que no importa a quién se enfrente, siempre están los que lo descalifican. Ahora, el peleador tapatío ha aprendido a convivir con esa realidad sin perturbarse.

Álvarez se asume como un representante de México, por eso se esfuerza ante las críticas adversas.

Es un honor representar a todo México a pesar de que a mucha gente no les caiga bien o de alguna manera no me apoyen, recalca; pero eso no me interesa, porque realmente 99 por ciento de los mexicanos me apoyan, por eso para mí es un orgullo representar a mi país.