En verso y con respeto total al libreto, como hace cinco siglos lo escribió el gran dramaturgo del barroco Lope de Vega, pero ambientada en el México de los años 50 del siglo pasado, la comedia de enredos amorosos El perro del hortelano es lle- vada a escena en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).

‘‘El chisme, cuando se dice en voz alta vale más”, reflexionó la directora Angélica Rogel en conferencia de prensa, y contó que la nostalgia por el cine mexicano, como el que veía la casa de los abuelos, fue lo que inspiró esta versión de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) en la que la protagonista se enfrenta al conflicto por la diferencia de clases.

‘‘Hay una sensación de honor que el personaje principal cuida durante toda la obra. El miedo al qué dirán es gracioso porque siempre alguien se va a enterar”, sostuvola directora escénica de esa obra que desarrolla temporada en el Teatro de las Artes del Cenart.

‘‘El amor es un espejismo”, se dice entre rumberas, hombres elegantes de traje, mujeres de ceñidos vestidos, un piano en el fondo del escenario y un elenco de ocho actores. La risas del público suenan a coro mientras se desarrolla la trama de un amor que no puede ser, que desde el teatro barroco bien pudo tratarse de una película en blanco y negro.

‘‘Ser como perro del hortelano, que ni come ni deja comer” es el dicho popular que da pie a la obra escrita en 1618 por Lope de Vega. En el libreto original la condesa se ha enamorado, pero no puede revelar su amor por tratarse de alguien que no pertenece a la nobleza. Los celos y las confusiones hacen el juego narrativo.

Será llevada al Festival de Teatro Clásico de Almagro

Enrique Singer, director de la CNT, explicó que en la puesta en escena, traída a la época contemporánea, trata de la circunstancia conflictiva de una mujer del siglo XVII que bien podría tratarse de una de esta época. El perro del hortelano es una de las dos obras que se montarán en el Festival de Teatro Clásico de Almagro en julio, en España, con México como invitado especial.

Destacó que la programación de la compañía de este año gira en torno al barroco y cómo permeaen nuestra época, aunque siempre se da importancia a una revisión constante de los clásicos. ‘‘El teatro del Siglo de Oro es una parte de nuestro patrimonio teatral, así como es el propio teatro mexicano; son nuestras raíces”.

Singer mencionó que la producción se inscribe como un esfuerzo de las instituciones para los programas que busquen la equidad de género, pues además de la dirección escénica de Angélica Rogel, el equipo creativo está integrado por mujeres, como es la escenografía, la iluminación, el vestuario y el maquillaje. ‘‘El teatro mexicano tiene una deuda con directoras y con mujeres que hacen teatro”, pues ha sido un medio muy dominado por varones.

Las funciones de El perro del hortelano son de jueves a domingo en el Teatro de las Artes del Cenart (Río Churubusco 79, esquina Tlalpan, colonia Country Club, estación General Anaya del Metro). La temporada concluirá el 9 de junio.