Quienes se expresan en contra del gobierno están en todo su derecho, yo hasta celebro que se organizara esta manifestación y ojalá se sigan manifestando con libertad, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador en referencia a las movilizaciones efectuadas el pasado domingo. Se trata, dijo, de reacciones a la transformación, pero no llegamos para ser floreros para estar de adorno y tampoco aspiramos a ser moneditas de oro.

El Presidente advirtió que no permanecerá el conservadurismo corrupto ni habrá retroceso en el país, pues vamos a lograr avanzar respetando las libertades, sin autoritarismo, con democracia. Consideró que la existencia del conservadurismo es legítimo, pero definió su comportamiento sobre temas nacionales: En lo moral son muy hipócritas y en lo material muy corruptos, para finalizar: Yo me quiebro, pero no me doblo. La Cuarta Transformación va.

Durante su conferencia de prensa, López Obrador habló de una gran diversidad de temas, entre ellos sobre su expectativa de que esta semana se aprueben los cambios en materia educativa que acabe con la mal llamada reforma educativa del pasado sexenio. Y si bien reconoció el derecho del magisterio a movilizarse porque no están de acuerdo con su propuesta, anticipó que tampoco es válido protestar por protestar.

De igual forma, ratificó que para su gobierno la guerra contra el crimen ya quedó atrás porque fue una estrategia fallida que convirtió al país en un gigantesco cementerio. También descalificó la creación de un nuevo cuerpo de seguridad para su vigilancia y que para él la ayudantía que conformó es suficiente.

Lucha contra la corrupción, motivo para las protestas

A propósito de las movilizaciones, López Obrador celebró que exista esta oposición, que se manifiesten y que den la cara. Como nos costó tanto y padecimos de represión, por eso sería una incongruencia de parte nuestra que no se permitiera la libre manifestación.

Sin embargo, explicó que desde que llegó al gobierno se anticipó que se habría de respetar a todos, dialogar con todos, pero se privilegiaría a los humildes y desposeídos y que no sólo iba a haber un cambio de gobierno, sino de régimen para acabar con todos los privilegios. También ubicó en la lucha contra la corrupción las principales motivaciones de las protestas.

“Tenían tomado el gobierno, secuestrado el gobierno, el gobierno era de ellos. Había pulpos que estaban en todas las secretarías metidos, haciendo negocios al amparo del poder público. Yo entiendo que haya molestias. Hay, incluso, quienes están hasta mero arriba, los machuchones, que esos no salen a manifestarse, pero no les gusta”.

En su explicación, calificó a la corrupción como una enfermedad que requeriría terapias para quienes incurren en ella para reincorporar a mucha gente que tiene como propósito fundamental el enriquecerse a costa de lo que sea, sin escrúpulos morales de ninguna índole. Es una especie de enajenación. Hay que crear una asociación para recuperarlos a muchos, hacerles ver que el dinero no es la vida.

El mandatario pasó de justificar que la actitud conservadora –siempre ha existido, además, es legítima; el pensamiento conservador debe existir– al resaltar que ni modo que no haya protestas, es lógico, porque es un proyecto completamente distinto del nuestro, cosa que me da mucho orgullo, distinto y contrapuesto al conservadurismo.

En reforma educativa se darán argumentos

Sobre la reforma educativa, si bien reivindicó el mismo derecho a la manifestación que tiene el magisterio, anticipó que darán a conocer sus argumentos. Si se aprueba lo que está ahora en el Congreso ya no habría evaluaciones, no habría persecución a los maestros, tendrían garantizados sus derechos; enfatizó en que todo eso ya lo sabe la gente, ya cambió la mentalidad y se malinterpretó lo que propuse o quisieron darle un sesgo que no correspondía a la esencia.

Por otro lado, narró parte de un enfrentamiento en el ducto Tuxpan-Azcapotzalco, registrado en el municipio de Huauchinango, Puebla, en la que perdió la vida un marino. Explicó que según el parte de los sucesos la mayoría de los que atacaron a los marinos eran jóvenes de entre 16 y 17 años. El reporte oficial indica que uno de los que habría atacado a los efectivos podría ser como mi hijo, era casi un niño, dijo López Obrador, y censuró el trato que recientemente se le ha dado a los jóvenes y que han terminado en estas historias.