Saúl Canelo Álvarez no tiene culpa de que la pelea que le ganó a Daniel Jacobs no fuera un duelo de golpes. Desde la mirada del presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán, lo que ofreció ante las dificultades del estadunidense fue una exhibición del boxeo más depurado. Si las críticas no cesan –sostiene– es por las expectativas del público no experto que alimentan medios de comunicación, promotores y los propios organismos.

“No es culpa del Canelo”, ataja Sulaimán; “es de todos los demás: los medios, los promotores y los organismos que vendemos al público no experto un acto de manera diferente.

Sulaimán considera que vender peleas con la esperanza de que serán choques demoledores, con nocauts dramáticos y que serán históricos, genera ideas confusas en el público no especializado. Nociones alejadas sobre la complejidad y diversidad del boxeo.

Fue una pelea buenísima hablando de técnica, explica Sulaimán; “de lo mejor que he visto en mucho tiempo; en Europa la apreciaron mucho porque les gusta el boxeo fino. Canelo no tiene nada que ver con el curso que tuvo el combate; hizo su pelea, siguió su estrategia y la ganó”, afirmó.

El presidente del CMB no duda en calificar a Canelo como el mejor libra por libra del momento, una categoría que se acostumbra endosar al boxeador más destacado en el mundo en todas las divisiones.

Es un peleador maduro que está pasando en el mejor momento de su carrera, me gustó mucho, su desempeño fue contundente y muy valiente, agrega Sulaimán; al vencer a Golovkin ganó la posición de mejor libra por libra del mundo; ahora venció categóricamente a un peleador difícil como Jacobs, complicado, fuerte e inspirado.

El ex campeón mundial wélter, José Pipino Cuevas, no pone en duda la calidad del Canelo. Aunque cree que todavía le falta mostrarse contundente, el paso decisivo que muestre que es el peleador más completo del momento.

Pipino habla desde su experiencia como adversario de algunas leyendas que también dominaron el peso medio, donde hoy reina Álvarez. No puede ocultar la emoción al evocar a sus rivales como Tommy Hearns, quien lo noqueó de manera dramática en 1980, y Roberto Manos de piedra Durán.

Fuimos boxeadores que sólo conocíamos la estrategia de salir a noquear al rival, dice el ex peleador que hizo 12 defensas de título mundial; oíamos la campana y lo único que buscábamos era noquear; se requiere arrojo para ganar así, porque al buscarlo también nos arriesgamos a terminar noqueados.

Pipino piensa que Canelo debió tirar más golpes, que se arriesgara más para hacerle daño a Jacobs. Quizás –supone– la ventaja de estatura y peso y, por tanto, alcance del estadunidense, le hizo comportarse muy reservado.

Le faltó arrojo, resume Pipino; porque tiene los recursos y la calidad, pero le falta dar ese paso. Cuando se decida quedará demostrado.

Sulaimán celebró la victoria del pelirrojo y la asoció a la que una semana antes consiguió Juan Francisco Gallo Estrada al coronarse nuevo campeón supermosca del CMB, cuyo cinturón se entregó esta tarde al sonorense. Un peleador que -–dijo– confirma la grandeza y coraje del boxeo mexicano.