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Con marcha, miles exigen a Peñasquito cumplir con obras sociales
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▲ Campesinos, obreros y transportistas, entre otros sectores, marcharon ayer, del centro histórico de Zacatecas al Congreso local, para exigir a la minera Peñasquito cumplir los acuerdos firmados con comunidades rurales de Mazapil.Foto Alfredo Valadez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de mayo de 2019, p. 25

Zacatecas, Zac., Más de 3 mil integrantes de las organizaciones Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ) y Coordinadora Nacional Plan de Ayala marcharon este martes por el centro histórico de esta capital, para exigir a la minera Peñasquito, propiedad de las trasnacionales Newmont y Goldcorp –de capitales estadunidense y canadiense, respectivamente–, cumplir con acuerdos sobre proyectos sociales firmados con comunidades rurales del municipio de Mazapil.

La manifestación de campesinos, obreros y transportistas, en la que participaron mujeres, hombres, ancianos y niños, se realizó una semana después de que minera Peñasquito convocara a 6 mil 500 personas a participar en una protesta frente al Congreso de Zacatecas para exigir su derecho al trabajo, a la que acudieron menos de 500 colaboradores y contratistas.

Cientos de habitantes y transportistas de Mazapil bloquean desde hace 40 días todos los accesos a las instalaciones de la Peñasquito, para exigirle cumplir con acuerdos que firmó con comunidades rurales, reclamarle indemnización por el abatimiento de los mantos freáticos y restituir contratos de trabajo a la Unión de Transportistas de Mazapil Cava SA de CV.

Ayer, los inconformes se reunieron en las inmediaciones de la antigua estación de ferrocarriles y marcharon rumbo al Congreso local. Ahí, Felipe Pinedo Hernández, dirigente del FPLZ, leyó una carta que después entregó a la legislatura.

La minera secó manantial

Con el documento se informó a los diputados –quienes estaban en sesión legislativa– que se determinó bloquear los accesos a la mina porque ésta no atiende sus compromisos, pactados con nuestra comunidad y con la unión de transportistas y trabajadores de Mazapil, y principalmente porque desde hace más de siete años se secó el manantial de agua dulce de nuestra comunidad, así como otros cinco pozos agrícolas, por los trabajos que realiza en la región la minera Peñasquito.

Asimismo, se solicitó a los diputados “verificar in situ los alarmantes niveles de contaminación y estragos en el agua, el territorio, el medio ambiente y la salud de nuestros habitantes”.

Pinedo Hernández exigió a los diputados interceder por nosotros ante el gobierno federal, para que se tomen cartas en el asunto y se cumplan las normas ambientales estipuladas en la Constitución federal, que de manera sistemática son violentados por esta empresa trasnacional.