La presencia masiva del sargazo, situación que enfrentan varios países, es un reto internacional complejo que incluye que el mar Caribe esté en riesgo, alertaron científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Seis investigadores de la Unidad Académica Sistemas Arrecifales Puerto Morelos, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, en Quintana Roo; del Instituto de Geografía, así como del Centro de Ciencias de la Atmósfera, destacaron que el problema –del cual aún se sabe poco, expresaron– requiere atención multisectorial rápida, eficaz y coordinada, tanto entre los diferentes niveles de gobierno, como de la academia, la investigación, la iniciativa privada y la sociedad en su conjunto.

En conferencia, los especialistas –algunos por Internet y otros en la sede el Instituto de Geografía– presentaron un panorama sobre los problemas por la llegada masiva de sargazo a la costa de Quintana Roo, entre los cuales destacaron la paulatina destrucción de los arrecifes coralinos, la muerte de especies marinas de la zona e incluso daños en la salud de los habitantes.

Los participantes fueron Brigitta I. van Tussenbroek, Marta García y Rosa Elisa Rodríguez, investigadoras de la Unidad Académica Sistemas Arrecifales Puerto Morelos; Gabriela Gómez Rodríguez y Raúl Aguirre Gómez, del Instituto de Geografía, y Jorge Zavala Hidalgo, del Centro de Ciencias de la Atmósfera.

Cambios drásticos en ecosistemas

Van Tussenbroek advirtió que el Caribe como se ahora se le conoce –con aguas color turquesa, playas blancas y diversidad de especies animales, así como arrecifes coralinos– estaría en riesgo en los próximos años, pues los ecosistemas están bajo presión sin precedente.

Explicó que acumulación de macroalgas genera disminución de oxígeno, produce sustancias químicas dañinas y provoca mala calidad del agua, lo cual acelera el impacto sobre los ecosistemas.

“El sargazo está induciendo cambios muy profundos en estos subsistemas. Nosotros ya vemos cambios muy drásticos en todos estos ecosistemas.

Por ejemplo, en las praderas de pastos marinos y también en los arrecifes coralinos, que estarían convirtiéndose paulatinamente en bancos de algas y, con ello, modificando el ecosistema como lo conocemos, aseguró.

Rosa Elisa Rodríguez afirmó que la disminución del oxígeno en el agua y el aumento de sustancias químicas ha provocado la muerte de diversos organismos, además de que el ácido sulfhídrico que se produce por la descomposición del sargazo puede representar riesgos sanitarios. Comentó que en 2018 tan sólo para el municipio de Puerto Morelos, se recogieron casi 275 mil metros cúbicos en seis kilómetros de playa en un año.

Si esto lo extrapolamos a todo el municipio, que tiene 17 kilómetros, son casi 800 mil metros cúbicos; lo que equivale a 300 albercas olímpicas de 50 por 25 metros, por dos de profundidad, afirmó.