La facultad de los presidentes de condonar impuestos es una herencia de la los gobiernos del partido hegemónico, afirmó el constitucionalista Diego Valadés, quien consideró que la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de renunciar a ella es muy buena. Por el contrario, los coordinadores del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano en el Senado advirtieron que el Ejecutivo federal no puede eliminar, por decreto, la facultad establecida en el artículo 39 del Código Fiscal de la Federación, que le permite condonar o eximir, total o parcialmente, el pago de impuestos y otras contribuciones.

López Obrador anunció ayer que la condonación de impuestos a grandes contribuyentes, es decir, a empresas o empresarios, será suprimida en su administración. Es una muy buena decisión del Presidente, expresó Valadés, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México .

El ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación explicó que la posibilidad de condonar impuestos es una facultad de ejercicio potestativo, lo que significa que el jefe del Ejecutivo puede o no ejercerla, a su arbitrio. Enfatizó que se trata de una facultad inconstitucional, adoptada en el periodo de la hegemonía de partido, porque permite que el Presidente modifique la Ley de Ingresos.

Posición en contra

Al respecto, los coordinadores en el Senado del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong; del PAN, Mauricio Kuri; de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, y el del PRD, Miguel Ángel Mancera, señalaron que la medida violenta la Constitución e invade tareas del Legislativo.

El panista Gustavo Madero dijo que esa facultad que se da en el Código Fiscal de la Federación al Presidente de la República es potestativa, porque con base en la ponderación se determina condonar o eximir del pago de impuestos. Esa facultad es, al mismo tiempo, un derecho de los contribuyentes, agregó.

Por su parte, Florentino Bautista Hernández, presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, consideró que la medida es positiva. Es bueno que ya no existan esos programas de condonación, porque incentiva al contribuyente que ha venido cumpliendo sus obligaciones de forma puntual.

Detalló que los programas de condonación de impuestos provocan que tanto las empresas y las personas que cumplen de forma anual con su declaración al Servicio de Administración Tributaria y tienen sus registros y papeles en orden, puedan tener la tentación de no hacerlo en los siguientes ejercicios fiscales dado que al inicio de las administraciones anteriores se solía perdonar a los deudores.

Estos programas desincentivan al contribuyente que ha pagado sus impuestos de forma normal, porque los ven y sienten que no valió la pena estar pagando las contribuciones. Genera también la percepción de que cada gobierno nuevo va a dar condonación, entonces todo esto ya cambió, apuntó.