Política
Ver día anteriorJueves 16 de mayo de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Crisis ambiental
Demanda la CNDH garantizar el derecho a la salud de la población
 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de mayo de 2019, p. 4

Ante el riesgo de que la población de la Zona Metropolitana del Valle de México reciba un impacto negativo en sus derechos fundamentales por el agravamiento de las condiciones de la calidad del aire, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó a las autoridades de los tres niveles de gobierno a adoptar con urgencia las medidas necesarias y pertinentes para salvaguardar la salud de las personas, especialmente de menores de edad, adultos mayores y otros sectores en riesgo.

Es obligación de las autoridades informar con oportunidad del estado de la calidad del aire, los posibles efectos negativos en la salud y los mecanismos de protección adoptados debido a las altas concentraciones de partículas PM2.5 en la atmósfera que se han presentado en días recientes, indicó.

Ana Rosa Moreno, especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, resaltó que cada año mueren en el país 21 personas, aproximadamente, por la mala calidad del aire. “Pero subestimamos el problema porque para nosotros la contaminación es algo cotidiano y cuando un problema se vuelve cotidiano, no se percibe".

Foto
▲ Al mediodía, en la principal avenida de la Ciudad de México.Foto Roberto García Ortiz

Señaló que las partículas PM2.5 y menores son las más dañinas y, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), favorecen el desarrollo de cáncer.

Las partículas de 10 micras, que son las que normalmente se miden en el ambiente, son arrastradas por el moco, y de esta manera se filtran, pero entre más pequeñas sean más peligro representan porque no se filtran y se van directo a los pulmones, comentó Moreno.

Por separado, la Red por los Derechos de la Infancia en México y Greenpeace señalaron en un comunicado que los gobiernos federal y estatales, lejos de atender el problema de la mala calidad del aire, persisten en la simulación.

Un ejemplo, subrayaron, es que no se han actualizado las normas oficiales mexicanas que regulan los límites máximos permisibles de emisiones contaminantes y la calidad de los combustibles, ni las de salud ambiental para homologarlas con los estándares que propone la OMS.