La Habana. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, agradeció ayer a su homóloga canadiense, Chrystia Freeland, la oposición de Ottawa a la aplicación del título tercero de la ley Helms-Burton, que autoriza a ciudadanos estadunidenses a demandar en tribunales a empresas que realizan negocios con compañías cubanas que fueron nacionalizadas tras el triunfo de la revolución de 1959. Esta ley fue promulgada en 1996, pero ese apartado estuvo sin aplicarse hasta el mes pasado. Rodríguez indicó que también expresó su insatisfacción por la decisión de Canadá de suspender el otorgamiento de visas a cubanos en La Habana, obligando a los connacionales que deseen viajar a dicha nación a solicitar este documento en un tercer país. Antes de su visita, la diplomática destacó la importancia de que Cuba y Canadá discutan la crisis económica, política y humanitaria en Venezuela y el trabajo que podemos realizar juntos para encararlo.