Cancelan empleos mejor remunerados // IMSS: ¿resbalar con la misma cáscara?
e acuerdo con el presidente López Obrador, hay más oportunidades de trabajo en la actualidad
y ejemplifica con las generadas mediante el Jóvenes Construyendo el Futuro (alrededor de 500 mil) y los jornaleros sembradores (200 mil adicionales), con salarios de 3 mil 600 y 5 mil 600 pesos mensuales, respectivamente.
Sin duda es un gran esfuerzo del gobierno federal para ampliar la oferta de puestos de trabajo y mejorar el perfil, pero ello no cancela la principal característica del mercado laboral: la precarización, que va de la mano del pésimo resultado económico de los últimos 36 años.
Sobre este tema el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico ofrece un paseo por la realidad laboral del país, la cual no es muy grata que se diga. Va, pues.
La precarización del mercado laboral mexicano exhibe la correspondiente precarización de la economía nacional: durante los pasados 30 años la informalidad fue la válvula de escape ante las crisis recurrentes causadas por un modelo de política económica que sigue presente. La informalidad es una trampa de pobreza, con baja productividad y poco valor agregado; ocupa a 57 por ciento de la población.
Al mismo tiempo, la pérdida de empleos bien pagados avanza porque la desaceleración económica y la baja inversión productiva cierran oportunidades laborales. De igual forma, los programas de austeridad en el gasto público han incidido en el incremento de la tasa de desocupación y en el menor número deocupación bien pagada.
A lo anterior se ha sumado la inercia de precarización laboral existente desde 2006.El presidente López Obrador se encuentra atrapado por la inercia de un mercado laboral estructuralmente precarizado, producto del México informal, y de la desaceleración de la economía nacional.
Una de las repercusiones de la informalidad se ve en los bajos salarios. En el primer trimestre de 2019, el Inegi reportó que la población ocupada sumó 54.2 millones de personas. Por rango salarial: 10.6 millones recibieron hasta un salario mínimo (19.7 por ciento del total); 17.1 millones más de uno y hasta dos (31.7 por ciento del total) y 1.7 millones más de cinco (3.2 por ciento del total).
La primera inferencia es clara: más de la mitad de los mexicanos se debe conformar, en el mejor de los casos, con recibir dos salarios mínimos por su trabajo.La segunda también es directa: quienes ganan más de cinco salarios mínimos son una minoría (sólo tres de cada 100). Además, entre el último trimestre de 2018 y el primero de 2019 se contabilizó el avance de la precarización del mercado laboral, pues se perdieron más de 715 mil fuentes de ocupación y empleo que pagaban más de cinco salarios mínimos.
En el rango de entre tres y cinco salarios mínimos se registró una reducción de 2.4 millones de personas, y 183 mil de entre dos y tres. Los únicos con aumento fueron los que involucran hasta dos minisalarios, es decir, en donde el ingreso es precario. Además, hay 3.1 millones de personas ocupadas que no reciben ingreso (5.8 por ciento del total).
Ello va en contra de la expectativa presidencial, porque ella considera que los programas sociales y de empleo creados revertirán la precarización social y laboral de los mexicanos.El problema es que la magnitud de la afectación histórica al mercado laboral supera a los recursos financieros del gobierno, particularmente cuando la desaceleración económica avanza. La evidencia muestra algo más: la política de desarrollo social no puede superar las restricciones laborales derivadas de las fallas del modelo económico.
Las rebanadas del pastel
Muy poco le duró la indignación
a Germán Martínez: tardó más en renunciar al IMSS que en regresar a su escaño en el Senado. Y a gozar… El presidente López Obrador encontró remplazo en el Seguro Social y le tengo toda la confianza
: Zoé Robledo (hasta ayer subsecretario de Gobernación), con largo historial político, pero ninguno en administración pública y menos en el ámbito de la seguridad social. Ojalá el mandatario no resbale con la misma cáscara.
Twitter: @cafevega