Los 238 indígenas desplazados hace tres años del ejido Puebla, municipio de Chenalhó, Chiapas, instalaron un plantón en la caseta de cobro de la carretera de cuota San Cristóbal-Tuxtla Gutiérrez, a fin de exigir justicia y garantías para el retorno a sus casas.

Catalina Entzín López, una de las afectadas, dijo que instalaron el plantón para exigir justicia, porque nos han olvidado, y el día 26 de mayo se cumplen tres años de nuestro desplazamiento.

En un comunicado, los cientos de desplazados, entre ellos 123 niños, manifestaron que el 26 de mayo de 2016 fuimos agredidos con piedras, palos y armas de fuego por un grupo de simpatizantes de la entonces presidenta municipal, Rosa Pérez Pérez, militante del Partido Verde Ecologista de México.

Agregaron que en esa fecha asesinaron al compañero Guadalupe Cruz Hernández y la niña Adriana. Nos agredieron por no haber votado por ella en las elecciones y por hacer reclamos; además, una vez que fue presidenta nos discriminó y marginó de los programas de gobierno.

Señalaron que Pérez Pérez y su tesorero Abraham Cruz Gómez, actual alcalde de Chenalhó, reorganizaron el grupo paramilitar que existe en ese municipio desde hace años, creado por el Ejército mexicano para enfrentar a los hermanos zapatistas y que en 1997 masacraron en Acteal a integrantes de la organización Las Abejas; aunque está vez los atacados fuimos nosotros.

Expresaron que el próximo domingo cumplirán tres años de verse obligados a abandonar su pueblo, lo que consideraron “una verdadera injusticia; por eso, dijeron, se manifestaron para que sepan que existimos, queremos garantías, que agresores y asesinos sean desarmados y llevados a la justicia para que podamos retornar a nuestra comunidad y continuar con nuestra vida.

Diego Cadenas Gordillo, director del Centro de Derechos Humanos Kuuntik, afirmó que las autoridades no han cumplido con las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y las medidas cautelares solicitadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Los desplazados colocaron plásticos a un costado de la caseta de cobro para dormir y protegerse del sol y la lluvia porque, dijeron, se retirarán el próximo 26 de mayo.

Mientras que en la Ciudad de México, un grupo indígenas del ejido Puebla se sumaron al plantón que mantiene la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional ( CNPA-MN) a las afuera de Palacio Nacional para demandar un retorno seguro a sus tierras y desarticulación de los grupos paramilitares en dicho estado y en todo el país.

Jesús Gutiérrez Valencia, vocero de la CNPA-MN, llamó al presidente Andrés Manuel López Obrador a cumplir con su obligación política, moral, legal y ética para ayudar a retornar a sus lugares de origen, con plenas medidas de seguridad, a cientos de indígenas chiapanecos desplazados por grupos paramilitares en días recientes y administraciones pasadas.