Principalmente los cárteles de Los Zetas, del Golfo, así como Jalisco Nueva Generación y Los Viagras (surgido de La Familia Michoacana) utilizan a mujeres y niños para confrontar o evitar la presencia de autoridades en las áreas donde tienen presencia, y estas acciones se han registrado en entidades donde además del narcotráfico se realizan otro tipo de crímenes como el huachicoleo, señalaron mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Informes del gobierno federal señalan que en los operativos militares en contra de la delincuencia en entidades como Veracruz, Guerrero, Jalisco y Michoacán han detectado que los grupos criminales han financiado presuntos actos de protesta de la población en los que se exige su retiro de los lugares de patrullaje, llegando inclusive a agredir asoldados o marinos y a dañar vehículos oficiales; esto además de los casos en los que grupos de civiles han utilizado a menores de edad y mujeres para inhibir la acción de las fuerzas armadas, por lo que la Sedena ha manteniendo una política de no caer en provocaciones que puedan afectar la actuación de la autoridad.

Según los datos entre 2012 y 2018 se han registrado 76 casos en los que los integrantes de las fuerzas armadas han tenido que retirarse de algunas zonas o suspender momentáneamente los operativos por protestas de civiles encabezadas por mujeres y niños.

“Michoacán no es la única entidad donde los pobladores agreden a la autoridad; ya que al poner en marcha en enero de este año las acciones en contra del huachicoleo se han incrementado el número de casos (más de 10 de enero a mayo) en los que en los estados de México, Hidalgo y Puebla, los efectivos han tenido que suspender sus operaciones para evitar caer en confrontaciones en las que luego se les pueda acusar de incurrir en abusos o violaciones a los derechos humanos”, señalaron mandos castrenses.

Tal es el caso de lo sucedido el 26 de mayo en la comunidad Coimbo, municipio de La Huacana, Michoacán, en donde en dos ocasiones los militares fueron objeto de disparos con armas de fuego por parte de civiles. Posteriormente un grupo de personas, incluyendo mujeres y niños, bloqueó el paso, agredió física y verbalmente a los uniformados, y retuvo a un grupo de 11, hasta se que se les devolvieron las armas incautadas a un grupo delictivo.