Quito. La Fiscalía General de Ecuador citó ayer a declarar voluntariamente al presidente Lenín Moreno y a la ministra del Interior María Paula Romo el próximo 12 de junio en la investigación sobre el experto informático sueco Ola Bini, colaborador del portal de filtraciones Wikileaks, detenido el 11 de abril pasado por presuntos crímenes de espionaje y piratería cibernética.

El abogado del acusado, Carlos Soria, tuiteó el documento en que la fiscalía convocó a ambos funcionarios para dar una versión libre, voluntaria y sin juramento, además les fijó citas de comparecencias en diferentes horas.

Por supuesto que esperamos que ellos acudan a este llamado, si salieron [en abril] a dar ruedas de prensa para decir que tenían pruebas del hackeo de mi cliente, no habría razones para que dejen de acudir. Si no van, los volveremos a llamar hasta que acudan, sostuvo Soria.

Añadió que, al ser la defensa quien solicitó las comparecencias, hará uso de su derecho para cuestionar a Moreno y Romo acerca de las razones por las que acusaron a Bini, de 36 años y residente en esta capital, de piratería electrónica y presuntas actividades de desestabilización relacionadas con ­Wikileaks.

La defensa pidió a la fiscalía que dé las evidencias de las acusaciones dentro del proceso judicial sin que esto se haya cumplido.

La fiscalía requirió un plazo de 90 días para las investigaciones. Entre los hechos que se investigan está que Bini visitó en 12 ocasiones al fundador de Wikileaks, Julian Assange, durante su asilo de siete años en la embajada ecuatoriana en Londres, y coincidió en muchos viajes internacionales con el ex canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, hoy perseguido por la justicia ecuatoriana.

Romo aseguró que el sueco era un miembro clave de Wikileaks y colaboró con intentos de desestabilización en contra del gobierno” de Moreno.

Soria explicó a la agencia Sputnik que el gobierno ecuatoriano envió el jueves pasado a Estados Unidos, en el marco de la cooperación bilateral penal, 10 discos duros de Bini tras de que la policía judicial no los pudo abrir, por lo que teme que los resultados puedan ser alterados.

En este contexto, el abogado de Assange, Carlos Poveda, indicó que su cliente está muy mal de salud y su deterioro está afectando sus facultades mentales, debido al aislamiento, las restricciones de visitas y el encierro que cumple en la prisión de máxima seguridad londinense de Belmarsh, donde está recluido desde hace siete semanas tras ser expulsado de la legación ecuatoriana en Londres.

A partir del 11 de abril, las visitas legales y familiares se han restringido, no tiene acceso a la biblioteca o a Internet. Ahora tiene evaluaciones médicas y en todas muestran que ha bajado de peso; este lunes debía declarar ante la fiscalía sueca y tuvimos que pedir que no lo hiciera, pues ni siquiera puede mantener una conversación. La situación sicológica también va mermando, relató el letrado.

En 2012, Assange se refugió en embajada ecuatoriana en Londres tras perder todas las apelaciones contra la extradición que Reino Unido se aprestaba a cumplir, a pedido de la fiscalía sueca que lo requería para investigarlo por presuntos delitos sexuales. El gobierno de Ecuador anuló el asilo al periodista australiano el pasado 11 de abril.

El australiano rechazaba su extradición alegando que Suecia lo entregaría a Estados Unidos, donde podía enfrentar la pena capital por haber publicado miles de documentos secretos sobre las operaciones del Ejército estadunidense en Irak y Afganistán.

Video de Assange preso

Por otra parte, la agencia Ruptly difundió un video que muestra por primera vez a Assange en Belmarsh mientras platica con otros reclusos. La grabación fue tomada clandestinamente por un reo con un celular la semana pasada, antes de que el activista fuera trasladado a las instalaciones médicas del penal, detalló la filial de la cadena RT.