Sí al debate, pero con respeto a todas las expresiones
, afirma el Presidente en el Día de la Libertad de Prensa
Sábado 8 de junio de 2019, p. 9
En la conmemoración del Día de la Libertad de Prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador develó una placa en honor al periodista y revolucionario Paulino Martínez, asesinado hace 105 años y ayer recordado y reivindicado en esa ceremonia a la que asistieron sus familiares y amigos, además de funcionarios.
Antes, durante su conferencia mañanera, López Obrador refrendó su compromiso de garantizar la libertad de expresión: Que nadie sea perseguido, que no haya censura. Sí polémica, sí debate, pero con respeto a todas las expresiones
.
La placa en honor de ese periodista ejemplar, casi desconocido, pero muy importante, que luchó desde la época de la Reforma, enfrentó al Porfiriato antes incluso que los Flores Magón
, como lo describió el Ejecutivo federal, se colocó en la puerta del Centro Cultural del México Contemporáneo, que se ubica a un costado de la Plaza Santo Domingo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
López Obrador estuvo acompañado por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller; los secretarios de Gobernación y de Educación, Olga Sánchez Cordero y Esteban Moctezuma; la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum; el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas; el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, y el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez.
Rencuentro con el titular de la CNDH
El ombudsman no estuvo en el presidium con el ejecutivo y los funcionarios, sino que fue colocado enfrente por los organizadores, en la primera fila de una hilera de sillas en que se ubicó a la familia y amistades de Paulino Martínez. De todas formas, fue el primer encuentro entre el Ejecutivo y el titular de la CNDH después de que López Obrador delegara en la secretaria de Gobernación recibir el informe anual del organismo que presidente González Pérez.
El Presidente de la República saludó de mano y sonriente al ombudsman, al igual que a los demás ocupantes de esa primera fila. A un lado, confinados en un espacio rodeado por una barrera metálica, presenciaron los periodistas ese evento para conmemorar la libertad de expresión.
La bisnieta del periodista homenajeado, Laura Hernández, académica de la Universidad Autónoma Metropolitana, recordó que por esa puerta, donde se colocó la placa alusiva, el 13 de diciembre de 1914 salió su abuelo y no apareció nunca más ya que fue asesinado, cuando encabezaba la delegación zapatista a la Convención de Aguascalientes, luego de toda una vida de lucha por la democracia, de pasar hambre, tortura y cárcel.
Se refirió a esa puerta del Centro Cultural del México Contemporáneo, propiedad del SNTE, que hace más de un siglo era una vecindad donde vivía el periodista. Es un recuerdo, dijo, por tantas muertes injustas y crueles, por tantos crímenes impunes cometidos por asesinos que después se consideran héroes, por tantos cuerpos mancillados y olvidados como si nunca hubieran existido
.
En la ceremonia estuvo presente Paul Velázquez, ante la indignación de las reporteras que cubren las actividades presidenciales, que lo responsabilizan de haberlas insultado durante las conferencias mañaneras de López Obrador.