París. En el tercer set Rafael Nadal se levantó con ese poder y fuerza que despliega en la arcilla. Sólo permitió a Dominic Thiem que ganara dos juegos en ese y en el siguiente para encarrilarse a la victoria que lo instaló como el mejor jugador en la historia del Abierto de Francia, con 12 títulos.

Por unos pocos y fugaces momentos, el español vio amenazada su victoria en el Roland Garros. Un adversario talentoso y más joven que lo enfrentó en la final del torneo por segundo año consecutivo.

Un mal juego de Nadal permitió que Thiem le rompiera el servicio y equilibrara la balanza con un set para cada uno. Ello provocó que los aficionados se pusieran de pie en la pista central Philippe Chartier, haciendo ruido y aplaudiendo.

La respuesta llegó al poco tiempo y el amo de Roland Garros, de 33 años, se recuperó como generalmente lo hace para superar a Thiem por parciales de 6-3, 5-7, 6-1, 6-1 en tres horas de juego para aumentar a 12 su récord de campeonatos.

Nadal tiene una foja de 93-2 en su carrera en Roland Garros, ganando cuatro títulos consecutivos de 2005 a 2008, cinco seguidos de 2010 a 2014 y ahora tres al hilo.

No puedo explicar mis emociones, dijo Nadal, segundo preclasificado del torneo, que se dejó caer de espaldas tras el último punto sobre la arcilla, ensuciando su camiseta amarillo fosforescente, y se limpió las lágrimas durante la ceremonia del triunfo.

Nadal suma 18 trofeos de Grand Slam, colocándose a dos de distancia del récord masculino de Roger Federer de 20 y más allá de superar esa marca quiere seguir escribiendo su propia historia.

Este trofeo significa mucho por todo lo que he pasado, afirmó Nadal en su conferencia de prensa, con la Copa de los Mosqueteros a su lado.

▲ No puedo explicar mis emociones, dijo Rafael Nadal tras ganar el Abierto de Francia y sumar su torneo de Grand Slam número 18.Foto Ap

Ha sido un año complicado en términos de lesiones. Si uno se va llevando bofetadas continuadas, va quedando herido. He pasado momentos que he estado herido mentalmente por todas las cosas que me estaban pasando físicamente, señaló.

Gracias a mi equipo, y también a mi ilusión y mi fuerza, se ha conseguido estas últimas cuatro semanas revertir una situación complicada. Se ha hecho desde valorar cada pequeña mejora, sin esperar grandes avances drásticos. No creo en los avances mágicos porque no los asumes. Creo en los pasitos adelante, es el trabajo que he sido capaz de hacer. Cada semana mejor, cada partido mejor, explicó el mallorquín que arribó a París con el título de Roma.

Sobre la final ganada este domingo ante Thiem admitió que enfrentó al rival más difícil del torneo, pero el momento clave del partido fue el inicio del tercer set, donde el español tomó una ventaja que le terminó de dar confianza para el triunfo, justo después de haber perdido el segundo set.

Thiem, de 25 años que llegó al torneo como el cuarto preclasificado y superó al número uno del escalafón mundial Novak Djokovic en las semifinales, buscaba conseguir su primer título de un major en esta reedición de la final de 2018 en París. Pero nuevamente, no pudo derrocar a Nadal.

Estoy muy triste por perder, pero eres un campeón tan increíble, una leyenda de nuestro deporte, lo intentaré de nuevo el año que viene, le dijo Thiem al español que recibió una cascada de felicitaciones en las redes sociales.