Martes 11 de junio de 2019, p. 10
A 48 años, la exigencia sigue vigente: justicia por la matanza de estudiantes el 10 de junio de 1971, en aquellos hechos conocidos como el halconazo.
Como cada año lo hacen, una vez más integrantes del Comité 68, acompañados por colectivos estudiantiles, normalistas y miembros de organizaciones sociales, marcharon de la Escuela Nacional de Maestros al Zócalo capitalino para conmemorar aquella masacre y demandar castigo a los responsables; el principal, dijeron, el ex presidente Luis Echeverría Álvarez.
Las voces se hicieron una y correspondió a Félix Hernández Gamundi, líder estudiantil durante el movimiento de 1968 e integrante del Comité 68, sintetizar la exigencia tras casi cinco décadas de impunidad.
Los reconocimientos desde esferas oficiales como el Congreso de la Unión a la generación estudiantil que fue masacrada tanto el 2 de octubre de 1968 como el 10 de junio de 1971, son bienvenidos pero no bastan, lo que se necesita es la acción de la justicia para castigar a los responsables
.
Alusiones al pasado y al presente
Unas 300 personas participaron en la movilización, que inició frente a la Escuela Nacional de Maestros, donde hace 48 años los miembros del grupo paramilitar conocido como los Halcones masacraron a los estudiantes que participaban en una manifestación pacífica en apoyo a la comunidad de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Estos aguerridos luchadores sociales del Comité 68 no sólo hicieron alusión al pasado, también se refirieron al presente; basta leer la enorme manta que ocupó la vanguardia de la movilización: No a la guerra, ni con halcones, ni con policías, ni con militares
. A la vez que la habitual consigna 10 de junio no se olvida
se escuchó una y otra vez.
Los manifestantes llamaron a la organización popular para construir un nuevo modelo nacional que busque el beneficio de todos. En el recorrido participaron figuras icónicas de aquellos movimientos estudiantiles, como el propio Hernández Gamundi y Jesús Martín del Campo, y también se recordó a aquellos que se les han adelantado pero que siguen acompañando la exigencia de justicia, como Raúl Álvarez Garín, María Fernanda Campa –La Chata–, Fausto Trejo y Leopoldo Ayala, por citar algunos.
La movilización concluyó con un mitin en el Zócalo capitalino, donde a nombre de aquella generación Hernández Gamundi indicó no bastan los reconocimientos a la trascendencia de aquel movimiento estudiantil en la transición democrática de México.