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Ismael Rodríguez filmó la brutalidad del alemanismo, asegura Rafael Aviña

El crítico presentó libro inédito sobre el cineasta

 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de junio de 2019, p. 8

Adelantado a su época, Ismael Rodríguez fue pionero en tratar la corrupción judicial a través de los juicios orales, así como en hacer tráileres y grabaciones detrás de cámaras de sus historias, algo que ni remotamente existía en la década de los 40, aseguró el crítico de cine Rafael Aviña.

El especialista, autor del libro Un cineasta llamado Ismael Rodríguez, expresó que la popularidad del cine de éste cobró relevancia años después del alemanismo, toda vez que la crudeza de su obra daba cuenta de los problemas sociales que no encajaban con la belleza de la mexicanidad que se buscaba exportar al extranjero.

En entrevista con Notimex, el crítico e investigador de cine subrayó que Ismael Rodríguez fue un personaje poco valorado, aunque tuvo algunos chispazos de éxito, como Nosotros los pobres, Ustedes los ricos y Pepe El Toro, entre otras películas.

Sin embargo, la crítica especializada lo tachó de ser un realizador populachero, explicó Aviña, dejando de lado trabajos tan importantes como la saga de Reclusorio, en la que habló de la corrupción judicial y se adelantó a lo que ahora está de moda y se conoce como juicios orales.

Con su locura creativa, dijo el autor, Rodríguez logró convertir a Pedro Infante en una estrella e incluso a hablar del cine dentro del cine, como bien lo logró Hitchcock.

De acuerdo con Aviña, muchas de las mejores películas de Rodríguez son las menos conocidas, como Del rancho a la televisión, en la que habla del poder de la pantalla chica y cómo ésta desbancaría al cine.

Un western

Otro de sus aciertos cinematográficos, según Aviña, es la película Los hermanos de hierro, el western más importante del llamado séptimo arte nacional en el que retrata la cultura de la violencia, así como crecer entre la pobreza, el odio y la venganza.

Egresado de la primera generación de la Escuela de Escritores de la Sogem, Aviña destacó otro de los logros del cineasta, Maldita ciudad, filmada en los multifamiliares Miguel Alemán, que muestra la corrupción que comenzó a crecer en el alemanismo.

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▲ Carlos Bonfil, crítico de cine (izquierda), acompañó al autor en la presentación de Un cineasta llamado Ismael Rodríguez.Foto Jorge Caballero

Rodríguez muestra todo lo que sucede en las paredes de estas viviendas, la corrupción de los funcionarios públicos y la adolescencia desatada, explicó el especialista, quien decidió compartir su investigación sobre el realizador por no tener a la mano ningún material hasta ahora dedicado a su obra.

“Lo interesante de su obra es que, precisamente, en una época en que el cine mexicano trataba de hablar de las bondades del país, este hombre hablaba de cosas brutales. Por ejemplo, todas las escenas de La Bartolina o de Nosotros los pobres, son terribles, y qué decir del niño quemado, de cuando el tren le corta las piernas a su personaje conocido como El Jorobadito o cuando El Tuerto cae del edificio y se estrella la cabeza en el pavimento”, refirió.

Satisfecho por su investigación, Aviña agregó que además de su vibrante cine popular, el cineasta retrató las diferencias sociales que existían, la violencia y la criminalidad de la época.

Incluso, hizo referencias a la prostitución con películas como La borrasca en las almas, de 1953, en la que da cuenta de la doble moral de una mujer que ante la sociedad se muestra inocente e ingenua.

“Su obra no fue en ese entonces tan trascendente porque había cineastas como El Indio Fernández, cuyas películas representaban lo que el gobierno quería que se viera: Ese país noble, ingenuo, con indígenas lindos y folclóricos”, manifestó.

El también guionista, quien nutrió su publicación con testimonios hemerográficos, aseguró que fueron el gobierno y los críticos quienes dejaron fuera de los reflectores a directores como Gilberto Martínez Solares, Alejandro Galindo e Ismael Rodríguez. El éxito de ellos empieza precisamente después de su muerte, anotó.

En la presentación de Un cineasta Ismael Rodríguez, Aviña estuvo acompañado de sus colegas Carlos Bonfil y Rodrigo Garay, quienes se refirieron al melodrama que el director impregnó en su cine.