Con inconformidades por parte de los representantes de los laboratorios farmacéuticos, ayer se realizó en las oficinas de la Secretaría de Salud (Ssa) el procedimiento para la compra de 30 claves de medicamentos de alto consumo, mediante el sistema de subasta en reversa. Esta fue la última parte de la licitación pública internacional abierta para la adquisición de fámacos e insumos clínicos que se utilizarán durante el segundo semestre del año.

Se prevé que mañana por la tarde la dependencia federal emita el fallo del concurso e inicie la asignación de contratos, aunque en el acta de presentación y apertura de propuestas de los licitantes del pasado miércoles, los funcionarios encargados del proceso dejaron abierta la posibilidad de que se posponga hasta un límite de 20 días naturales contados a partir del plazo establecido originalmente para el mismo. La convocatoria estableció que el fallo se daría el 20 de junio.

La subasta en reversa, también conocida como oferta subsecuente de descuento, consiste en que la convocante fija un precio máximo al que podría adquirir los productos y los licitantes ofrecen tarifas inferiores. Gana el que proponga el menor costo.

En este proceso electrónico participaron 35 empresas, la mayoría de las cuales presentó ofertas para entre una y cinco claves. Sólo un laboratorio tuvo presencia en 13 medicamentos.

Los productos que se incluyeron en este mecanismo corresponden a 14 grupos terapéuticos, entre ellos las enfermedades infecciosas y parasitarias, gastroenterología, cardiología, neurología, endocrinología y metabolismo.

El mayor volumen solicitado de las 30 claves concursadas en esta modalidad es de Paracetamol (útil contra el dolor, fiebre e inflamación) con 38.5 millones de piezas; le sigue omeprazol que se utiliza para padecimientos gastrointestinales con 23.7 millones; el antihiperensivo Metropolol con 11.4 millones. De Ranitidina, las instituciones solicitaron 10.2 millones de piezas; Atorvastatina para el control del colesterol, 9.1 millones; Hidroclorotiazida (diurético), 6.4 millones, y amlodipino para el control de la presión arterial, con 6.4 millones.

En la lista hay varios antibióticos como Vancomicina, de la que se solicitaron un millón de piezas; Pentoxifilina, 3.8 millones, y Amoxicilina, 4.2 millones de piezas.

Ayer por la mañana, algunos representantes de laboratorios farmacéuticos se presentaron en las oficinas de la Ssa en la colonia Tacuba, pero se les impidió el acceso. Reclamaban que la lista de participantes estaba incompleta, porque se había excluido a varios fabricantes. Su intención era informar a los funcionarios a cargo de la licitación para que se subsanaran las irregularidades y no tener que acudir ante las instancias legales. La respuesta fue que no había autorización para el ingreso de los proveedores.