De 2014 a 2018, el Sistema Nacional de Evaluación Educativa (SNEE) trabajó con desarticulación y falta de sinergia, debido a que no se suscribieron acuerdos con las autoridades educativas del país para analizar los alcances e implicaciones de las directrices que emitió ese organismo, ni sobre el uso estratégico que se le daría a los resultados de las evaluaciones.

Así lo indicó la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que en la primera entrega de resultados individuales de la Cuenta Pública 2018 hizo notar que el SNEE laboró sin los necesarios mecanismos de coordinación y modificó sus pruebas de medición de aprendizaje, pero sin explicar los criterios para ello ni valorar sus efectos.

Al detallar cuáles fueron los principales resultados de sus auditorías 96-GB y 97-GB, la entidad alertó que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) careció de una planeación integral y estratégica, pues el programa de trabajo del SNEE para 2016-2020 se publicó tres años después de haber instrumentado las evaluaciones.

Además de lo anterior, no estableció mecanismos de coordinación para brindar acompañamiento en la formulación y desarrollo de proyectos estatales de evaluación, y cambió los años y la frecuencia de aplicación de las pruebas de medición del nivel de aprendizaje de los alumnos, sin acreditar las razones para ello ni valorar los efectos de dicha acción.

En lo que se refiere a las evaluaciones de alumnos, la ASF hizo ver que las pruebas aplicadas a alumnos de sexto de primaria en el ciclo 2017-2018 mostró que el porcentaje de estudiantes ubicados en un nivel de conocimiento insuficiente en lenguaje y comunicación fue de 49.1 por ciento (0.4 por ciento menos que en 2014-2015), mientras en matemáticas fue de 59.1 por ciento (1.4 por ciento menos que 2014-2015).

Con respecto a las evaluaciones de docentes, se documentó que la proporción de aspirantes con resultados idóneos se incrementó de 39 por ciento en 2014-2015 a 58.2 por ciento en 2018-2019, mientras en media superior el alza fue de 32.9 por ciento a 45.9 por ciento.

En la asignación de plazas, se observó un menor número de sitios concedidos respecto a los ofertados, tanto en educación básica como en media superior, a pesar de que hubo mayor número de postulantes con resultados idóneos.

A propósito de la situación de los planteles de educación prescolar, se reveló que 14 por ciento de ellos no tiene aulas suficientes, 51 por ciento no tiene rutas de evacuación, 72 por ciento carece de computadoras y 63 por ciento no tiene Internet.

En conclusión, el INEE y la Secretaría de Educación Pública no desarrollaron un modelo de uso de resultados de las evaluaciones para la toma de decisiones de las autoridades educativas para la mejora de la calidad educativa en cada ciclo escolar, ni contaron con una metodología para establecer modelos de evaluación integrales que definieran referentes y articularan los componentes del Sistema Educativo Nacional.