Domingo 30 de junio de 2019, p. 28
La marcha anual del orgullo Lgbti es ocasión para celebrar la diversidad y no olvidar que aún queda mucho camino por recorrer para terminar con la discriminación contra las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales, coincidieron representantes del Sistema Organización de las Naciones Unidas (ONU) en México y de embajadas acreditadas en nuestro país.
Ayer, embajadores, diplomáticos de 19 embajadas, representantes de agencias de la ONU, así como trabajadores de la Secretaría de Relaciones Exteriores se unieron a la 41 Marcha del Orgullo Lgbti en la Ciudad de México.
Antonio Molpeceres, coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en México, refirió que ayer fue un día para celebrar los grandes avances que existen a nivel mundial para acabar con la discriminación, sin olvidar que aún queda mucho camino por recorrer. Es un proceso de muchos años para que la gente sea mucho más receptiva y acepte la diversidad que tenemos en el planeta Tierra.
Celebramos la diversidad
, dijo por su parte Frédéric Vacheron, representante de la Oficina de la Unesco en México. “Nuestro país –agregó– hasta en su Constitución ha incorporado el concepto de la diversidad cultural, la cual incluye la diversidad de género.”
Es una lucha permanente la de asegurar el respeto a los derechos humanos en la práctica y en el día a día, afirmó el embajador de la Unión Europea en México, Klaus Rudischhauser.
Salir a las calles como diplomático es una señal política
de apoyo a todas las minorías que se desea emitir en cada país.
Por su parte, Mark Manly, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en México, advirtió que a nivel global existen muchas situaciones de persecución contra personas de la comunidad Lgbti, empezando con naciones que las criminalizan.
La Cancillería se sumó por primera vez a la marcha para festejar los logros que la comunidad ha alcanzado así como visibilizar las problemáticas y discriminación que aún enfrenta.
El contingente, de alrededor de 200 personas, incluyó personal de sus distintas áreas, personal del Servicio Exterior Mexicano, y miembros del Senado.