El dirigente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, demandó al gobierno federal que se abra ya la mesa de negociación en torno al incremento salarial para los cerca de 2 millones de empleados federales y que se cumpla la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador de no despedir a personal de base.

Reconoció la decisión del Ejecutivo federal de basificar a 80 mil trabajadores de la Secretaría de Salud, una vieja demanda de la FSTSE, que se aplicará de forma gradual y permitirá la estabilidad laboral para quienes llevan hasta 20 años de trabajo en esa dependencia, dijo.

“El Presidente definió desde el inicio de su gobierno que los recortes de personal serían en lo que llamó la burocracia dorada, es decir, aquellos que perciben más de 100 mil pesos al mes, no al personal de base, que realiza tareas fundamentales, que es manos, pies y cerebro del propio gobierno y en su mayoría gana menos de 10 mil pesos mensuales”.

A pregunta expresa, señaló que en la Secretaría de Salud, sólo por la cancelación de Prospera y otros programas sociales, como el de Asistencia Médica en el Campo, se dejó sin empleo a más de 15 mil trabajadores, además de los recortes en otras dependencias, entre ellas la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Todo esto debe analizarse a profundidad, con números, con verdades, en esa mesa de trabajo que hemos solicitado para dar inicio al diálogo constructivo. Lo llamo así, porque la dirigencia de la FSTSE no va con la espada desenvainada, mucho menos con la intención de arrinconar y poner contra la pared a la Secretaría de Hacienda.

Ayala Almeida destacó que la federación a su cargo busca, como hizo antes con gobiernos de PRI y PAN, defender a sus representados y mejorar las prestaciones logradas, de manera gradual, de acuerdo con la situación económica del país y en el contexto del Presupuesto de Egresos aprobado para este año.

El dirigente y ex legislador del PRI dijo que en el aspecto salarial, López Obrador definió desde diciembre pasado el alcance de la negociación, al establecer que en el caso de los servidores públicos con un ingreso hasta de 10 mil pesos mensuales, el incremento tendría como base la inflación más tres puntos porcentuales.

Asimismo, para quienes tengan salarios hasta de 15 mil al mes, un aumento con base en la inflación y dos puntos porcentuales, y de más de 15 mil y hasta 20 mil, el monto de inflación y un punto porcentual más.

Explicó que la dirigencia de los más de 80 sindicatos reconoce al Presidente esa decisión de que el incremento este año se recargue en quienes menos ingresos perciben.

López Obrador se nos adelantó incluso al establecer ese incremento y al dejar claro que se respetarán íntegramente los derechos laborales adquiridos.