El gobierno de Estados Unidos amplió ayer el rango de nacionalidades –y puntos de recepción– de los solicitantes de asilo que devuelve a México para que esperen respuesta. Hasta el domingo el registro era sólo de centroamericanos en esa condición. Sin embargo, autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) anotaron este martes la llegada de seis cubanos y cuatro venezolanos, quienes ingresaron a territorio nacional por un punto adicional, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

La venezolana Lucía Ascencio esperó tres meses en Nuevo Laredo con su esposo y dos hijos para pedir asilo en Laredo, Texas. No teníamos pensado regresar, afirmó. A la familia le dieron septiembre como fecha para pasar a la próxima etapa de su proceso.

En el refugio para migrantes Casa AMAR en Nuevo Laredo, el director, Aarón Méndez, asegura que la crisis humanitaria ya existía desde antes debido a la carencia de recursos del lugar para enfrentarla. Si pusieran 50 albergues en la ciudad, tampoco serían suficientes, sostuvo. Las autoridades dijeron inicialmente que al día podrían ser regresados a Nuevo Laredo entre 150 y 200 migrantes.

Apenas el lunes, el INM informó del envío a México de 18 mil 503 centroamericanos (originarios de Honduras, Guatemala y El Salvador), acumulado del 29 de enero al 7 de julio. Dos días después, una nota del Departamento de Seguridad Nacional indica que continuará la expansión de los protocolos de protección al migrante.

Nuevo Laredo se suma a los puntos ubicados en Tijuana y Mexicali, en Baja California, así como Ciudad Juárez, Chihuahua, donde hasta el domingo habían sido registrados 6 mil 217, 3 mil 637 y 8 mil 649 extranjeros, respectivamente. El desarrollo de estos procesos ha sido constante y en aumento imparable.

El INM explicó que en una primera etapa (del 29 de enero al 8 de abril) se registraron mil 323 internaciones de centroamericanos en Baja California y Chihuahua.