Ira en el Atlético de Madrid
Sábado 13 de julio de 2019, p. a11
Barcelona. Un año más tarde de lo esperado, el Barcelona cerró ayer una contratación con el delantero francés Antoine Griezmann por 120 millones de euros (135 millones de dólares), un fichaje que desató la irá del Atlético de Madrid y advirtió que presentará acciones legales al sostener que la transacción debió ser más costosa.
“Griezmann, c'est magnifique!”, celebraba el Barcelona sobre una fotografía antigua del francés en la que habían superpuesto la camiseta azulgrana que deberá defender las próximas cinco temporadas.
Sensaciones muy distintas se desprendían de la que ha sido la casa del campeón del mundo en los cinco años recientes: furioso por la marcha de su jugador estrella, el Atlético de Madrid consideró insuficiente
los 120 millones de euros vertidos por los azulgranas para liberarlo de su contrato vigente.
Aunque desde el 1º de julio la cláusula de rescisión de Griezmann eran estos 120 millones, los rojiblancos consideran que el contrato se cerró antes de terminar la temporada, cuando el monto ascendía a 200 millones de euros.
Es obvio que el compromiso del jugador y el Barcelona se cerró antes
, señaló el Atlético en un comunicado, anunciando haber iniciado procedimientos
para defender sus derechos e intereses
.
A mediados de mayo, el delantero de 28 años ya había anunciado su marcha del Atlético de Madrid y, en plena pugna entre su club y el Barça, el domingo pasado no se presentó a la vuelta a los entrenamientos de los hombres de Diego Simeone.
El destino del delantero no es otro que el club al que dio mazazos hace un año en un documental emitido en directo por televisión para anunciar que rechazaba en ese entonces una oferta del Barcelona para renovar su contrato con los colchoneros.
Ahora, abandona a los rojiblancos en medio de la polémica para firmar por cinco temporadas con el plantel catalán en un contrato que incluye una cláusula de rescisión de 800 millones de euros.
Los azulgrana intentaron negociar un traspaso con el Atlético para evitar pagar los 120 millones de euros al contado y los impuestos correspondientes, pero los madrileños cerraron la banda acusando al Barça y a Griezmann de haberles faltado al respeto.
Cansado de sucesivos fracasos con los colchoneros en la Liga de Campeones, el francés habría aceptado reducir su salario para llegar al Barcelona.
El ariete publicó en redes sociales un video haciendo referencia a su negativa el año pasado para subirse al tren azulgrana a la segunda. Mi padre me enseñó de pequeño que los trenes no pasan sólo una vez. Ha llegado la hora de aceptar el reto de un nuevo destino. Al fin, nuestro caminos se unen
.