Sábado 13 de julio de 2019, p. 29
Greenpeace México sostiene que ante la contaminación plástica, el Senado debe legislar para que las empresas inviertan más recursos y tecnología para reinventarse y permitir a su clientela liberarse de los plásticos de un solo uso.
El Senado debe reformar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, para que prohíba los plásticos de un solo uso y haga responsable a las marcas de sus envases, empaques y embalajes.
Señala que dada la magnitud de la crisis de la contaminación plástica
, reciclar ya no basta, el punto es disminuir la producción de plásticos.
La capacidad de reciclaje de México es de apenas 6.07 por ciento, siendo en su mayor parte mediante la informalidad y concentrada en su mayoría en la Ciudad de México.
Datos del Inegi de 2016, indican que de los 2 mil 458 municipios y alcaldías del país, sólo 77, es decir 3.13 por ciento, contaban con centros de acopio registrados, mismos que captaron sólo 0.03 por ciento de las 40 millones de toneladas de residuos sólidos valorizables, es decir plásticos, metales, vidrio y papel, entre otros.
Muchas generaciones vivieron sin el plástico, por lo cual hay opciones. Cuando decimos que las empresas pueden hacer más para liberar el mundo de plásticos de un solo uso es porque está comprobado. La industria plástica nació muchos milenios después que la humanidad, eso quiere decir que las sociedades experimentaron por años una vida libre de plásticos
.
En el mundo varias empresas comienzan a innovar, por ejemplo distribuidoras de comida ocupan contenedores reusables de plástico. Otras ofrecen cosméticos que no utilizan empaque. También es posible cambiar los embalajes plásticos.