Ante las redadas que inició el gobierno de Estados Unidos en contra de migrantes sin documentación, el líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, llamó a que el Estado mexicano mantenga su espíritu de asilo, y dijo que este grupo parlamentario no autorizará que México se convierta en un tercer país seguro.

Por su parte, Martí Batres, presidente del Senado, recalcó que la prioridad será trabajar en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores en este tema; mientras para la panista Kenia López, el Legislativo está obligado a pedir a la cancillería mexicana que emita una nota diplomática por este tema.

Monreal Ávila recalcó que ya existe una ley en México sobre refugiados, protección complementaria y asilo político, así como evitar que se rompa una tradición que ha dado fama a México.

Para nosotros, la decisión estadunidense merece respeto, pero no podemos dejar de expresar que se trata y refleja un unilateralismo que es contrario al principio de corresponsabilidad regional, impulsado por México, hacia la situación migratoria.

Recalcó que si el gobierno federal decide no enviar una nota diplomática está en su derecho, ya que debe vigilar, además, las relaciones internacionales, pero insistió que como órgano legislativo buscarán a los senadores estadunidenses para hablar de este tema.

Ofensa a migrantes de todo el mundo

Martí Batres afirmó que no se puede descartar que el Senado recurra a acciones o llamados de manera independiente, aunque subrayó que tratándose de la relación de México y sobre todo en este tema donde hemos buscado una convergencia de diversos poderes del Estado, será importante la coordinación que haya con la cancillería.

Frente a las redadas, el llamado tiene que ser no sólo al respeto de los derechos de los connacionales, sino también de los migrantes centroamericanos, no hacerlo sería dar la espalda a los derechos humanos, agregó la panista Kenia López.

En visita al Senado, Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, sostuvo que las redadas en Estados Unidos son una ofensa para los migrantes de todo el mundo, y llamó a ser más enérgicos desde la sociedad civil y los gobiernos.

A ocho días de que se revise el acuerdo migratorio entre Estados Unidos y México, Mariana Gómez del Campo, secretaria de Asuntos Internacionales del PAN, lo consideró como lamentable en la historia de las relaciones entre ambos países, pero lo peor es el cinismo que tiene el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando pregona como un logro que la cifra de deportaciones de mexicanos se redujo 30 por ciento gracias a dicho acuerdo.