El coreógrafo Miguel Mancillas y la compañía Antares Danza Contemporánea estrenarán la obra Las buenas maneras en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
Martes 23 de julio de 2019, p. 4
El coreógrafo y bailarín sonorense Miguel Mancillas, quien estrenará Las buenas maneras el viernes 26 en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, perfila una reflexión alrededor del comportamiento humano y esa necesidad de etiquetar lo correcto e incorrecto en la sociedad.
En entrevista con La Jornada, el director de la compañía Antares Danza Contemporánea adelanta que en esa obra participan 15 bailarines y más allá de plantear qué es lo bueno o lo malo, su interés consiste en las preguntas que nos hacemos y por qué se exige al ser humano creer de una sola manera.
‘‘En el tema político se ve ahora, porque si no creo de determinada forma, eso está mal; entonces te preguntas por qué no puedo tener dudas; incluso en lo religioso tampoco debemos dudar, porque se tiene que ser incondicional de cualquier cosa”, añade.
Reconocernos en toda nuestra complejidad
Miguel Mancillas, quien desde hace 40 años se dedica al arte dancístico, refiere que la obra parte de la teoría de que existe lo correctoy lo incorrecto y que socialmen-te ‘‘tenemos que ser de una manera o de la otra; si eres hombre tie-nes determinados condicionantes, si eres mujer o una persona entransición de género igual tie-nes condicionantes; existen clichés, estereotipos y estoy convencido de que todo este cuestionamiento se relaciona con el tema de las identidades. ¿Por qué debo ser definido por lo externo y no por mí? Si me pertenece mi cuerpo y mi cuerpo soy yo”.
En opinión del bailarín y coreógrafo, una de las situaciones que han detonado esos estereotipos sobre el cuerpo humano es negar la animalidad del hombre.
‘‘La negación de nuestras acciones instintivas y asegurar que todo es racional nos ha llevado a cometer equivocaciones en todos los aspectos de nuestra vida. Considero que necesitamos reconocernos en toda nuestra complejidad.
‘‘Todo lo queremos definir por lo que vemos y no por lo que somos; si todos somos seres humanos nos tendríamos que respetar, entender y convivir en un hábitat, pero nos vemos siempre en la cabeza y quitamos mucho el instinto al humano o mucha de esa inteligencia biológica porque somos esa combinación entre lo biológico y lo social.”
Mancillas, reconocido con el Premio Nacional de Danza Contemporánea José Limón en 2018, en su pieza Las buenas maneras sugiere una reflexión doble de lo que socialmente se exige al individuo y cómo se apropia de su cuerpo.
‘‘Es importante también qué piensa el bailarín a partir de lo que realiza con su cuerpo; durante el proceso creativo hubo un diálogo interesante con los intérpretes y éstos reflexionaron sobre sus propias imposiciones”, explica.
Respecto del lenguaje coreográfico, el creador sostiene que lleva al límite a los bailarines para presentar algo explosivo, algo físico y emocional.
‘‘En la pieza hay una reflexión de cómo nuestro cuerpo res-ponde instintiva y socialmente. Cuando sientes el peligro tu cuerpo reacciona, así que me gusta poner alos intérpretes en peligro, en situaciones que cotidianamente novivimos para que exploren esta necesidad biológica frente al riesgo. Todo esto nos muestra los niveles de peligro que existen y lo vulnerables que somos, lo frágiles que podemos ser.”
Y añade: ‘‘En Las buenas maneras a través de los cuerpos los intérpretes entran a niveles extremos de fisicalidad y emoción donde la violencia y el amor se combinan porque en la sociedad somos así: violentos y amorosos”.
La coreografía Las buenas maneras tendrá una función el viernes 26 de julio a las 20:30 horas en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (calle Donceles 36, Centro Histórico, cerca de la estación Allende del Metro).