Miércoles 24 de julio de 2019, p. 26
Madrid. El socialista Pedro Sánchez recibió un no
rotundo en el Congreso de los Diputados, donde fue rechazada por mayoría aplastante su candidatura para ser investido presidente del gobierno. Obtuvo 124 votos en favor, 170 en contra y 52 abstenciones, en una votación marcada por negociaciones abiertas entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos (UP)
A lo largo del día, ambos partidos pasaron de estar al borde de la ruptura a reanudar conversaciones para alcanzar un acuerdo de última hora.
Sánchez aspira a ser elegido por mayoría simple. En caso contrario se abre la puerta a nuevas elecciones el próximo 10 de noviembre.
Tras dos días de intenso debate, Sánchez únicamente convenció a los 123 diputados de su partido y al único que representa al Regionalista de Cantabria.
Existe el riesgo de que se repita el escenario de 2016, en la primera sesión de investidura en la que fue rechazada la candidatura del socialista Sánchez por el voto en contra de Podemos, lo que permitió la llegada al poder, semanas después, del derechista Partido Popular, cuando el entonces triunfador de las elecciones, Mariano Rajoy, pasó meses sin poder ser investido.
Al finalizar la votación, el candidato derrotado se reunió con el núcleo duro de la dirección del PSOE por más de tres horas. A la salida del encuentro se reactivaron las negociaciones con UP.
La vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo, llamó al líder de UP Pablo Echenique para presentar una nueva propuesta, que contemplaría una vicepresidencia social –que estaría presidida por Irene Montero por designación de Pablo Iglesias, su pareja sentimental–, debido a que Iglesias fue vetado por el presidente Sánchez.
Además, se prevé que la cuota de poder de UP también incluirá varios ministerios, sobre todo de políticas sociales, en áreas como vivienda, juventud y defensa de la igualdad de las mujeres. El acuerdo está en el aire y el plazo para alcanzarlo vence en menos de 48 horas.