Hockenheim. Cuanto más húmedo y caótico se tornó el Gran Premio de Alemania, más se adaptó a la conducción un Max Verstappen con nervios de acero. La impresionante actuación del piloto de 21 años de Red Bull se produjo al mismo tiempo de un inusual colapso en la escudería Mercedes.

El mexicano Sergio Pérez abandonó el circuito de Hockenheim tras estrellar su monoplaza en un muro.

Verstappen dominó las peligrosas condiciones de una pista empapada por la lluvia para conquistar su segunda victoria de la temporada y la séptima de una carrera que parece destinada a llevarlo a la cima de la Fórmula Uno en poco tiempo.

El piloto holandés de Red Bull levantó triunfante el puño mientras pasaba la bandera de cuadros en el circuito alemán, terminando por delante de Sebastian Vettel de Ferrari y Daniil Kvyat de Toro Rosso. Un jubiloso director de la escudería, Christian Horner, describió su conducción como una clase maestra.

La victoria colocó a Verstappen a 22 puntos de distancia del piloto de Mercedes Valtteri Bottas en la tabla general, pero Lewis Hamilton lo supera por 61 unidades luego de 11 de las 21 carreras de la temporada.

Hamilton quedó en la posición 11 tras arrancar desde la pole position, mientras Bottas se accidentó casi al final de la carrera en un intento fallido por superar a Lance Stroll.

Sin embargo, el británico subió al noveno sitio consiguiendo dos puntos, luego de que los pilotos de Alfa Romeo Kimi Raikkonen y Antonio Giovinazzi fueron penalizados y removidos del séptimo y octavo lugar al 12 y 13, respectivamente, por una cuestión relacionada a sus embragues al comienzo de la carrera.

El ganador dio crédito a su padre, Jos Verstappen, quien fue piloto de F1: Mucha de la práctica que hice cuando era niño fue sobre superficies húmedas. Trabajé muchas horas con mi padre, quien también era bastante decente sobre lo mojado. Él me dio consejos. Se trata de tomar decisiones sobre lo húmedo, no sólo conducir, sino darte cuenta de lo que sucede a tu alrededor.

El clima lluvioso provocó caos; los pilotos tuvieron que hacer hasta seis paradas en pits para cambiar neumáticos y varios sufrieron accidentes en una sección muy resbaladiza. El piloto de Ferrari Charles Leclerc estaba en la contienda para alcanzar el podio, pero se estrelló tras cambiar a unas llantas más rápidas, saliéndose de la pista. Hamilton tuvo el mismo percance poco después.

El circuito estaba empapado al momento del arranque, por lo que se desplegó un auto de seguridad, que tuvo que salir en apenas tres vueltas, cuando Checo Pérez, quien partió octavo, salió de la pista y tras hacer un trompo golpeó un muro.