Jerusalén. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reportó ayer que el escudo antimisiles de largo alcance Arrow-3, respaldado por Estados Unidos, pasó una serie de pruebas en Alaska, logro que presentó como una advertencia para Irán.

En conferencia de prensa, Netanyahu aseguró que hoy Israel tiene la habilidad de actuar contra misiles balísticos que pudieran ser lanzados contra nosotros desde Irán o cualquier otra parte. Este es un gran logro para la seguridad de Israel. Todos nuestros enemigos deben saber que los superaremos tanto en defensa como en ofensiva.

En tanto, el Ministerio de Defensa de Israel indicó en un comunicado que los ejercicios demostraron la capacidad de golpear a matar a tres objetivos de gran altitud fuera de la atmósfera. Agregó que en las pruebas se utilizó un radar estadunidense AN\TPY2, sistema que también se tiene en Israel, para demostrar la conexión operacional entre ambos dispositivos.

Manufacturado por las Industrias Aeroespaciales de Israel y el fabricante de aviones estadunidenses Boeing, el Arrow-3 es capaz de interceptar misiles en el espacio, capacidad de alcance que destruiría cualquier proyectil no convencional de forma segura. Este sistema pasó su primera prueba completa sobre el Mediterráneo en 2015 y se desplegó en Israel en 2017.

El diario Haaretz reportó que el ejército israelí probó el Arrow-3 en enero pasado. Aquel ensayo, efectuado en el centro del país, también se realizó con el apoyo de la Agencia de Defensa de Misiles de Estados Unidos.

Israel considera esta maquinaria como un muro de contención contra los misiles balísticos de su vecino Irán, que vive tensas confrontaciones con Estados Unidos por su programa nuclear, y de Siria, que desde 2011 libra una guerra civil y no considera aliado al gobierno de Netanyahu.

Washington informó la semana pasada que Teherán parecía haber probado un misil balístico de medio alcance que recorrió unos mil kilómetros de distancia.