Ayer comenzó la subasta electrónica de 76 vehículos propiedad del Senado que esa cámara decidió no utilizar debido a las medidas de austeridad puestas en marcha en septiembre de 2018, por los cuales espera obtener de salida 6 millones de pesos.

El lote incluye 59 automóviles tipo sedán y 17 camionetas que fueron utilizados por senadores y funcionarios de la anterior legislatura y ahora son rematados por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).

Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, resaltó que además de los recursos que se espera obtener en la subasta, lo importante es que el no haber usado (los vehículos) durante casi 11 meses le permitió al Senado ahorrar más de 10 millones de pesos en seguros, gasolina, mantenimiento.

A esta suma se agregará el inicio de la subasta, que es de 6 millones de pesos por las 76 unidades; van a salir muy baratos para quienes accedan a ellos.

La mayoría de los autos sedán son de modelo reciente, de 2014 a 2018, aunque hay uno de 2003 y algunos tienen golpes y cristales rotos, como un Toyota Camry, color blanco, que tiene sumida la puerta derecha y daños en el medallón, producto de un choque.

El vehículo de mayor precio es una camioneta Toyota Highlander 2015, que se ofrece en 155 mil 996 pesos, y el de menor valor es una camioneta Ford Expedition 2003, con precio de salida de 21 mil 681.

Setenta y uno de los vehículos se exhiben en el segundo piso del estacionamiento del Monumento a la Madre. La puja será hasta las 15 horas. La subasta durará 14 días y hasta que concluya ese plazo se darán a conocer los resultados de las ofertas realizadas.

Los vehículos que no hayan sido enajenados mediante este ejercicio participarán en una segunda subasta directa, a martillo, los días 22 y 23 de este mes, según la convocatoria expedida por el SAE.

El Senado informó que el SAE recibirá una comisión de 7 por ciento por cada vehículo subastado.